Ya sea a través de la fantástica serie de novelas gráficas de Bryan Lee O’Malley o de la adaptación cinematográfica de Edgar Wright en 2010, los fans de la franquicia se han visto cautivados por esta fantástica saga. Scott Pilgrim, la historia de un veinteañero obsesionado con los videojuegos y el rock indie que lucha por el derecho a salir con la chica de sus sueños, nos embarcó en un viaje inesperado, hilarante, sincero y profundamente cercano a lo largo de seis volúmenes y una película de 112 minutos.
La grandeza de los cómics residía en su intrépido compromiso con la disparatada premisa, que atrajo directamente a lectores de la edad de Scott. En ese sentido, O’Malley creó un mundo en el que los ex de una persona se unan para formar un equipo de supervillanos, decididos a impedir que ella vuelva a salir con alguien.
La serie de novelas gráficas de O’Malley fue una obra singular para un público muy específico y bastante agradecido. Así que no debería haber sido una sorpresa que la película fracasara en taquilla, a pesar de satisfacer a la mayoría de los fans y captar a otros nuevos, atraídos por el hiperestilizado mundo, la acción y los chistes rápidos. Aunque muchos de nosotros celebramos que se produjera una película con una estética tan disparatada, Scott Pilgrim era quizás un producto que exigía mucho visualmente para funcionar plenamente en live action.



Han tenido que pasar 13 años para probar esa teoría, ya que Scott Pilgrim Takes Off lo confirma: Esta franquicia pedía a gritos regresar como animación. El anime de ocho episodios es una encapsulación perfecta de lo que hizo a los cómics tan cautivadores. Es una animación atrevida, expresiva y original, que traslada el arte y la escritura de O’Malley a un nuevo medio sin perder el ritmo. Producido por el aclamado estudio Science Saru y co-creado por BenDavid Grabinski, Scott Pilgrim Takes Off insufla aún más vida a una historia ya de por sí vivaz. En ese sentido, para los no iniciados, o los que se sientan abrumados por el ritmo vertiginoso de la película, Takes Off es un buen punto de partida.
Decir mucho sobre la premisa de Scott Pilgrim Takes Off podría spoilear la diversión, así que solo diré esto: No se trata de otra adaptación directa de las novelas gráficas de O’Malley. El primer episodio sigue de cerca los pasos de la historia que todos conocemos, hasta el punto de tomar prestados muchos de los diálogos y encuadres de los cómics y la película: Scott Pilgrim es el típico tipo chico mediocre, aunque encantador, de 23 años, sin habilidades, objetivos ni trabajo. Todo cambia cuando, una noche, una mujer de pelo azul patina por sus sueños; al día siguiente, descubre que es real, e inmediatamente se dispone a conseguir una cita con ella. Eso de por sí ya es algo difícil, teniendo en cuenta que ella está fuera de su liga, pero aún lo es más el hecho de que deberá vencer a sus siete malvados exes para ganarse una oportunidad con ella.
Pero entonces se produce un giro importante en el último minuto del Episodio 1. En lugar de ganar la lucha contra el primer ex novio malvado de Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead), Matthew Patel (Satya Bhabha), Scott (Michael Cera) pierde, y se le da por muerto.




Sí, Scott Pilgrim Takes Off, puede tomarse como un título literal, ya que Scott desaparece rápidamente de la serie (no diré por cuánto tiempo). El aquí dónde el foco de atención se desplaza al brillante elenco de personajes que lo rodean, a los que por fin se les da su momento de brillar. Ramona no está convencida de que Scott se haya ido realmente, y se convierte en la protagonista de facto. Mientras busca a Scott, también lucha con sus propios demonios personales: ¿cómo llegó a un punto en el que todos sus ex quieren arruinar su vida amorosa para siempre? Y mientras Ramona busca respuestas, los amigos de Scott también trazan nuevos rumbos, ahora que sus problemas no dominan sus vidas.
Con Scott fuera de escena, Takes Off aprovecha la oportunidad para profundizar y reimaginar el material original de O’Malley como algo nuevo. Young Neil (Johnny Simmons) sigue una carrera como guionista, con un efecto increíble. Knives Chau (Ellen Wong), definida predominantemente en la serie original como la “otra novia” que luchaba contra Ramona por el afecto de Scott, se entrega a nuevas pasiones y desarrolla un renovado sentido de sí misma. Y con Scott fuera del mapa, incluso los malvados ex -que juraron destruirlo- tienen que redefinirse a sí mismos. La evolución de cada personaje es sorprendente e hilarante, lo que demuestra el infinito potencial de expansión de la premisa.
En algunos aspectos, la serie funciona como una mejora del material original. Mientras Ramona persigue la desaparición de Scott, se enfrenta y deconstruye el arquetípico argumento de “el chico se queda con la chica” que definía la serie original, a veces en detrimento de ésta. La serie reconsidera con sensibilidad a sus personajes femeninos, tanto en relación con los hombres como entre sí, generando emociones fuertes por el camino.



Takes Off combina un misterio central convincente con secuencias de acción coreografiadas por expertos, que eran un elemento crucial de los cómics. Sin las restricciones de la página o las limitaciones de la vida real, el anime pone en escena increíbles escenas de lucha bastante vistosas. Por ejemplo, Ramona lucha contra uno de sus ex en una serie de escenarios cambiantes e inspirados en el cine; Lucas Lee (Chris Evans) -uno de los muchos personajes que han pasado de ser excepcionales a destacados- se enfrenta a hordas de paparazzi con un efecto vertiginoso e hilarante. La fluidez de la animación de Science Saru confiere a cada una de estas secuencias un estilo que aumenta el placer de verlas.
Todo es una delicia para la vista, lleno de fotogramas que querrás capturar y analizar. Están repletos de gags visuales entre pequeños y preciosos detalles y, al más puro estilo anime, los movimientos, los cuerpos y las expresiones están maravillosamente exagerados. El guión funciona a la perfección con el humor visual, repleto de frases que querrás rebobinar para volver a escuchar. Evans, Kieran Culkin (Wallace Wells) y Jason Schwartzman (Gideon Graves) están especialmente bien en sus papeles secundarios.
Scott Pilgrim Takes Off exige repetidos visionados y convertirá a los espectadores en proselitistas. Pero, al igual que es un sueño hecho realidad para muchos fans, es también pura diversión para cualquier televidente exigente. Como dije al inicio, siento que la franquicia ha encontrado su mejor forma en la animación que le permite ser todo lo raro y genial que puede ser.

PUNTOS BUENOS
Lo original de su historia. La animación es fantástica. La música es siempre bienvenida. La capacidad de redefinirse por completo a través de sus propios personajes.PUNTOS MALOS
Necesito más episodios.CONCLUSIÓN
El alejarse del material original le da a Scott Pilgrim Takes Off el espacio suficiente para crear una historia mucho más profunda y la oportunidad de crecimiento a muchos de sus personajes, todo combinado con un estilo artístico que nos deja encantados capítulo a capítulo.