Quantum Break es el nuevo exclusivo de Xbox One, así como el último título del estudio Remedy. Un juego que llega cargado de estrellas de cine y tv que nos propone un nuevo enfoque en este híbrido de serie de tv con videojuego. Veamos en este análisis si esta nueva IP de Microsoft logra su cometido.

Mitad videojuego, mitad serie de tv

Antes que nada debes saber que Quantum Break ha sido desarrollado con el objetivo de ser una historia que es narrada a través de sus secuencias jugables, así como secuencias/capítulos de la historia grabadas con actores reales al estilo de cualquier serie que podemos ver en la televisión.

Imagina tu serie favorita y hazte la idea de que lo que ves en pantalla llegará a un punto donde tendrás que ser tú mismo quien tome las riendas de la acción, dentro del videojuego, y acorde a tus decisiones lo que suceda en la historia/serie variará, haciendo la experiencia algo más personalizada.

Para lograr ello, la historia de Quantum Break se desarrolla en 5 actos, durante los cuales tomamos posesión de Jack Joyce, un individuo que por razones ajenas a él termina enredado en una serie de eventos que pueden evitar el final del tiempo. Al finalizar cada acto veremos un capítulo de la serie, el cual será diferente acorde al camino que hayas elegido seguir.

Personajes de ‘carne y hueso’

Para lograr ello Quantum Break cuenta con un elenco de actores muy interesante donde destacan Shawn Ashmore, Aidan Gillen, Dominic Monaghan y Lance Reddick, entre otros; quienes dan vida a los personajes que aparecen en el juego y en los capítulos live action, haciendo un buen papel en las secuencias actuadas.

Lo que si es de quitarse el sombrero es que Remedy ha logrado que los modelos 3d de dichos actores en el juego sean muy similares a sus versiones reales, sobre todo los personajes principales donde se nota el mayor cuidado que se ha puesto. Los modelos 3d copian incluso los gestos específicos que tiene cada actor, sus emociones, su manera de gesticular al hablar, sus muecas y movimientos del rostro, todos estos muy fieles al original.

Y si bien los modelos humanos no son una copia hiperrealista, logran dar un toque de autenticidad muy avanzado. Encontrarás un par de secuencias en donde no estarás seguro de si lo que ves es el juego o una toma del actor real.

El tiempo es oro

Remedy logra todo esto gracias a un apartado gráfico precioso, desde las estructuras hasta las ropas de los personajes, con algunos errores aquí y allá, pero nada que malogre la experiencia, además cuenta con una banda sonora que sabe colocar los ritmos lentos y rápidos en los momentos en que la acción o puesta en escena así lo requiere.

Aquí debemos destacar las secuencias donde el tiempo se detiene. Veremos como si todo hubiera sido puesto en pausa a excepción de nosotros. Balas suspendidas en el aire, sonidos generando eco, personas interrumpidas en las acciones que se encontraban realizando, y hasta ocasiones en las que podremos retroceder brevemente el tiempo para poder avanzar. En lo visual y sonoro estas secuencias han sido realizadas con gran detalle, y son dignas de explorarse con detenimiento.

Nuestro personaje atravesará este mundo apoyado de armas y las habilidades para modificar el tiempo que posee, las cuales podrán ser mejoradas durante el desarrollo del juego. Es así que cuando entramos en combate tendremos que hacer uso de todo nuestro arsenal de trucos, como suspender en el tiempo a nuestros enemigos, reducir el tiempo para lograr mejores disparos, correr a una velocidad tan alta que los enemigos no podrá vernos y otros, para superar las diferentes fases.

Estos enfrentamientos se darán con el tiempo suspendido y con el tiempo real, pero hay que destacar nuevamente que las secuencias de tiempo suspendido se llevan todos los elogios por lo bien que han sido desarrolladas. Nuestros enemigos se mueven en el tiempo suspendido gracias al equipamiento que usan, por lo que cuando los derrotemos o destruyamos su equipo, estos quedarán suspendidos en la última posición al morir.

Lamentablemente todas estas habilidades hacen que tu personaje sea exageradamente poderoso. Volviendo el juego completamente fácil, aun en la dificultad más elevada. Solo hay un par de escenarios puntuales donde sentirás que el juego te pueda retar.

¿Contenido adicional?

Quantum Break desarrolla su historia a través de la narrativa de la progresión del juego y los capítulos live action, como mencioné; sin embargo, podremos encontrar en el mapa mucho más información, como emails, libros, revistas, radios, grabaciones, etc. que expandirán y darán una forma más redonda a la historia. No es necesario leerlos, pero si quieres conocer mejor todo lo que rodea la trama principal es recomendable que busques estos elementos. Y aunque es divertidísimo leer algunos de ellos, como el ‘Cuchillo del Tiempo’, sentirás que por momentos pasas mucho tiempo leyendo textos en lugar de lanzarte a la acción directa.

Por otro lado, el juego ofrece un valor adicional al volverlo a jugar, ya que al realizar otro tipo de decisiones a las que ya hicimos, podremos ver como la historia se desarrolla de una manera diferente.

Conclusiones

Quantum Break es un juego divertido que logra cumplir de gran manera con su objetivo de ser un show de tv y juego al mismo tiempo. El juego es bastante lineal, lo cual es comprensible al estar muy enfocado en la historia que se narra, la cual a medida que vayas avanzando se vuelve mucho más interesante, al igual que los personajes que vemos en ella.

Lamentablemente el énfasis puesto al tratamiento de la historia hace sentir que en gran parte del juego estás solo descubriendo nuevos elementos que ayudan a desarrollar el relato, por lo que las secuencias de combate pasan a un segundo plano; y aunque estas son bastante intensas y divertidas, no son muy retadoras, lo que hace la experiencia general muy fácil.

Definitivamente Quantum Break es un gran logro técnico, con una gran historia, buen diseño y con una jugabilidad que te hace sentir que puedes controlar el tiempo, aun cuando en ocasiones estas habilidades faciliten demás tu progresión.