Análisis

Creo que algo con lo que muchos podemos estar de acuerdo es que Bungie tuvo bastante trabajo entre manos al intentar corregir los puntos flojos del primer Destiny en el 2014. Muchas de las quejas originales se centraron en dos áreas claves del juego. La primera de ella consistía en una historia relativamente incoherente y el tener ante nosotros un mundo bastante inconsistente que nos apresuraba y forzaba a ir a distintos lugares para mantenernos ocupados, en lugar de darle chance a respaldarse en un desarrollo de personajes de manera más profunda o incluso en la construcción del mundo que se alzaba ante nosotros.

La segunda queja tenía que ver con el tiempo que el juego exigía del usuario, muchos podemos ser testigos que debíamos invertir bastante de nuestro tiempo diario en el juego para intentar sacar la mayor ventaja de él. Sin lugar a dudas esto es algo que podría entrar en conflicto con muchos otros aspectos de nuestras vidas. Pero bueno, otra cosa que tenemos claro es que Destiny es un título que ha evolucionado constantemente con las actualizaciones y los DLC, elementos que han resuelto muchos de los problemas. A estas alturas considero que he jugando tanto Destiny 2 que podría atreverme a decir que este nuevo título no solo ha corregido bastante de las quejas, sino que ha ido un paso más hacia adelante.

Ahora, evidentemente los problemas antes descritos no eran las únicas quejas del primer Destiny, pero definitivamente eran los temas más controversiales acorde a la comunidad creada en torno al juego. Destiny 2 se siente como un refinamiento de todos los sistemas importantes que no estuvieron presentes en el predecesor, es decir, una experiencia más cohesiva en torno a lo que alguien pueda buscar en un juego campaña single-player, jugabilidad co-operativa y competencia. Pero vayamos por partes.

La campaña Red War posee una línea argumental bastante clara, la cual nos conducirá a los distintos puntos del Universo en donde conoceremos las nuevas locaciones que propone el juego. Dominus Ghaul, emperador de un grupo Cabal, tiene como meta capturar al Traveler, por lo que ha desatado un feroz ataque sobre la Torre y todos los guardianes, despojándolos de su luz y de sus poderes. Esto te obligará a buscar refugio y encontrar maneras alternativas para afrontar este nuevo reto. Solo con eso es bastante claro que este primer acercamiento al juego tiene mucho más condimento y sabor que todo lo visto en Destiny 1, incluyendo sus expansiones.

La atención puesta sobre la historia ha sobrepasado cualquier expectativa positiva que yo haya podido tener sobre la campaña y en el cómo construir un argumento lo bastante interesante para que siga sobreviviendo incluso luego de que los créditos terminasen.

Si bien el juego está estructurado de una manera muy similar al primero, hay mucho más para ver aquí, ya que a medida que vayamos desbloqueando misiones la vida cambia dentro del mapa. Aun así Destiny 2 se enfoca bastante en la construcción del personaje propio a través del loot que alimentará nuestro nivel de poder y la opción de enfrentarnos a enemigos cada vez más fuertes. El verdadero cambio aquí es que a comparación con el juego original, la progresión se siente mucho más orgánica y menos orientada hacia las tareas que debemos completar.

Cada una de las 4 nuevas locaciones poseen muchos elementos que nos ofrecen bastante por hacer. De hecho aún tendremos las misiones del tipo ‘Patrol’, pero añadir las del tipo ‘Aventura’ nos provee misiones con historia en torno a personajes NPC que viven en cada nuevo mundo. Esta novedad ayuda en mucho a seguir alimentando el lore del juego de una manera bastante inteligente al agregar pequeños diálogos, profundiza en el backstory de los NPC y crear, en general, un mundo mucho más robusto y, por sobre todo, creíble.

En lugar de La Torre, el nuevo hub principal para nuestros Guardianes será un lugar conocido como The Farm. Este nuevo espacio social posee caras familiares, así como muchas otras nuevas, de igual manera uno de tus objetivos será mejorar el sistema de reputación con cada personaje en la zona. Entregar ítems específicos o completar misiones para estos personajes hará que nos premien con engramas o inmediatamente con el respectivo loot. Inmediatamente se observa que este ciclo de progresión no ha sido del todo retocado. Sin embargo, la forma de este sistema ha sido expandido cosa que ahora incluye tanto a como era en el primer juego y ahora a los NPC, lo cual nos da una muy buena razón para visitar constantemente estos mapas y desarrollar las misiones ‘aventuras’ de ellos.

Titan, IO, Tierra y Nessus serás los anfitriones de todas nuestras actividades en Destiny 2 sin importar el modo de juego. Pero se diferencia bastante con Destiny 1 en el sentido que estos nuevos planetas poseen un mayor matizado en su estructura. Por ejemplo, la combinación en la calidad de los diseños de nivel, nuevos retos y misiones hacen que valga la pena explorar cada zona.

Lost Sectors son áreas escondidas dentro del mapa que usualmente nos brindan pistas de algunos objetos que valen la pena buscar, los cuales se encuentran fuera de lo establecida por el camino usual del mapa. En nuestro recorrido encontraremos enemigos con un alto grado de dificultad, otros jugadores participando en eventos públicos, que dicho sea de paso ahora poseen naturalezas ‘normal’ y ‘heroicos’, así como distintos retos y patrullas que puedan brindarnos monedas específicas para subir nuestra reputación en el planeta.

Todo lo descrito anteriormente logra juntarse y mezclarse bastante bien en la experiencia single player, a pesar de que en realidad nunca te encontrarás totalmente solo en Destiny 2. Hay mucho por hacer, pero lo más importante, es que luego de más de 48 horas de juego, siento que aún me quedan más cosas por explorar y descubrir en cada locación. Precisamente hablando de ello, otro de los grandes cambios es la modalidad del Viaje Rápido, esto quita mucho del tedio de no poder dirigirnos inmediatamente a nuestros objetivos de manera instantánea, sin lugar a dudas esta es una de las mejoras que ayudan a agilizar mucho la espera por la aventura.

En Destiny 1 los Strikes siempre estuvieron enlazados con la historia principal, en esta ocasión son parte de algo más externo. Es decir, ellos no pertenecen directamente a la línea argumental de la Red War, de la campaña principal, sino que ofrecen un contenido distinto. En el título predecesor los Strikes contenían una sensación de ser un capítulo más del juego, en esta ocasión al no estar vinculados con la campaña nos dan la posibilidad de contar otras historias dentro del mismo universo, presentar personajes y, por sobretodo, contribuir otorgando al juego algo de lo que muchos se quejaron al inicio, es decir, la falta de historia.

En esta ocasión Bungie nos provee de 6 distintos Strikes con una gran chance de conseguir muy buenas recompensas al completarlos. Los retos dentro de ellos son bastante similares a los retos que nos ofrecía la primera raid del juego anterior, con la posibilidad de elegir distintos niveles de dificultad. Considerando que tanto los strikes y el Nightfall son las misiones diseñadas especialmente para ser concluidas de forma co-operativa y repetidas veces, es muy importante observar el diseño puesto sobre ellas. Y me quedo bastante conforme de reconocer que el trabajo es bastante decente. Me veo a mí mismo repitiéndolas una y otra vez no solo por el fin de conseguir mejor loot, sino por el deseo de realizar los retos dentro de ellas que se irán actualizando entre ellos una vez conseguidos.

Ahora, otro punto muy importante del juego es la idea de comunidad y eso es algo que Bungie lo sabe bastante bien. La desarrolladora ha optado por brindar distintos elementos para asegurarnos que el sistema de clanes cobre mucho más importancia que en el primer Destiny. Ahora tendremos distintas tareas semanales como clan, los cuales también están ligados a nuestras actividades en solitario, por lo que contribuir no será nada dificultoso. Eso sí, a mayor número de integrantes y miembros, será más sencillo recolectar los puntos necesarios para subir niveles y cobrar mejores premios.

Lo que ha hecho esta jugada es incentivar el reclutamiento y fomentar la importancia de jugar en equipo y crear metas comunes, algo que podíamos palpar anteriormente en el juego, pero que ahora ha ascendido a un nivel meta.

Algo que no entra en mucho debate es el nivel de calidad encontrado en el juego en sus distintas áreas, tanto en términos visuales, diseño artístico, calidad de sonido y, por supuesto, el espectacular soundtrack. Destiny 2 brilla por todo lo alto aquí. Punto. Cada mundo se siente bastante único con distintos sistemas de cuevas y arte. El sonido siempre se siente en bastante sincronía con la situación a afrontar, ya sea mera exploración o para una batalla más que tensa.

Bungie tiene bajo sus hombros una muy respetable reputación en cuanto a la construcción de los first person shooter, algo que ha venido construyendo desde hace bastante tiempo atrás. El diseño de la variedad en los tipos de enemigos, mezclado con la forma para lidiar con cada una de las razas se siente bastante sólido junto a un sistema de clases que nos provee movimientos especiales y ‘ultis’ que no hacen otra cosa más que brindar una mayor variedad y estilos de juego.

El Crucible o PvP está de vuelta una vez más para que los usuarios probemos nuestras habilidades en contra de otros jugadores. Acá de arranque encontramos que ha sido dividido en 3 aspectos. Para aquellos que deseen un juego más relajado en el Quickplay, para los que gusten de probarse de forma más rigurosa en el Competitive y la Prueba de los Nueve, algo muy parecido a lo que fue Osiris.

Luego de bastantes horas en el PvP puedo decir que se siente bastante balanceado gracias a muchos de los cambios y mejoras realizados. En primer lugar, los equipos han sido reducidos a 4 vs 4, lo cual brinda un mayor espacio para planear y no necesariamente en lo frenético como en Call of Duty. Por su parte, el combate tiene una sensación de ser más pausado y con disparos realizados a medio rango de distancia. Esto sin lugar a dudas será una mala noticia para aquellos entusiastas de los shotguns que repartían sus one-hit-kill por doquier.

En cuanto a la Raid llamada ‘Leviathan’, me percato que se ha intentado rescatar muchas de las buenas ideas que se presentaron en el título anterior, con lo cual de alguna manera se re-adaptan para este nuevo reto. Muy similar a lo anterior, estas misiones especiales requieren de un gran nivel de coordinación entre los integrantes de la escuadra para resolver con éxito los dificultosos puzzles y temibles bosses.

Lo que más llama la atención de Leviathan, es el interesante diseño del nivel construido, ya que toda la estructura parece un laberinto el cual requiere exploración, y desde ya, eso es algo con lo que se diferencia bastante con las raids anteriores. Ahora, no estoy seguro si se deba a que mi clan y yo venimos jugando Destiny desde el inicio, pero algunas de las mecánicas no han sido del todo retadoras, como mencione anteriormente, re-adaptar algunos detalles de las mecánicas anteriores podrían jugarle una mala pasada ya que quitaría mucho de la complejidad que esperaríamos de una raid. Pero bueno, eso ha sido algo muy puntual, ya que fuera de eso, el nivel de sincronización es tan exigente que no me cabe duda de que te tomará algunos intentos poder completar las mecánicas una vez entendidas. Suerte.

Para ir concluyendo, puedo asegurar que Destiny 2 ha empezado un camino con buen pie. Bungie es una compañía que aprende de sus errores y que no solo busca encontrarles solución, sino de que se preocupa por otorgar una experiencia inclusive mejor. La prueba de ello es Destiny 2, título que ha marcado una evolución enorme si lo comparamos con su antecesor del 2014.

Yo me veo a mí mismo entrando repetidas veces a las distintas misiones en pos de conseguir el requerido loot.  Pero más que por eso, Destiny 2 me brinda una oportunidad fantástica para intentar superar todos estos retos junto a mis amigos y en ese lapso seguir estrechando muchos vínculos que se escapan del juego y se establecen en el mundo real. No se si lo he comentado antes en otra review, pero tuve el mayor placer de invitar a todos los integrantes de mi clan a mi matrimonio y luego de ello nos hemos vuelto a juntar en otras ocasiones. Ese es un nivel de camaradería que nos ha brindado este juego y creo que esa es otra de las grandes razones para seguir jugándolo.