En esta etapa actual de Capcom, puedes contar con que la compañía rinda homenaje a su rico legado. Las remasterizaciones y remakes se han convertido en una parte esencial de sus lanzamientos anuales, y la calidad ha sido consistentemente destacable. Aunque todavía no hay señales del esperado remake de Dino Crisis, al menos podemos celebrar que Dead Rising ha vuelto a la palestra. La saga de supervivencia zombi tuvo un desafortunado final cuando Dead Rising 4 introdujo demasiados cambios, lo que provocó el cierre del estudio y una pausa de la franquicia durante ocho años. En ese sentido, fue una sorpresa para todos cuando Capcom anunció Dead Rising Deluxe Remaster a principios de este año, marcando un gran regreso al juego original, pero con un nuevo aspecto. Desde ya te gio que este relanzamiento es bastante sólido, al adoptar, afortunadamente, una filosofía de “menos es más” y capturando lo que hizo tan especial al juego original.
¿No estás familiarizado con Dead Rising? Imagina esto: un grupo de desconocidos atrapados en un centro comercial, por lo que deberán utilizar cualquier cosa a su alcance para sobrevivir a las hordas de zombis. En este caso, te pones en la piel de Frank West, un fotoperiodista independiente en busca de su próxima gran historia, quien se involucra voluntariamente en los extraños sucesos que rodean la ciudad ficticia de Willamette, Colorado. Tras varios encuentros caóticos y un desafortunado intento de salvar a un perro, Frank no solo tiene que enfrentarse a la legión de zombis que lo acechan en cada rincón del centro comercial, sino también a una serie de personajes extravagantes y misterios, todo dentro de un plazo de 72 horas.
Ese límite de tiempo fue crucial para el éxito del Dead Rising original. Cuando se lanzó en 2006, su innovadora jugabilidad, marcada por objetivos con límite de tiempo y múltiples finales posibles, lo hacía único en el mercado. Los 3 días en el juego implicaban que cada minuto contaba, ya sea que te concentraras en la misión principal o te desviaras para rescatar a otros supervivientes. En mi caso, consistía en correr desorientado por los brillantes pasillos de Willamette, atrapado por casi todos los zombis que encontraba, corriendo a algún restaurante para beber un galón de leche y luego, finalmente, regresar al helipuerto para escapar. ¡Qué grandes recuerdos!
Dead Rising fue un soplo de aire fresco que, desafortunadamente, perdió fuerza en su tercera entrega. Sin embargo, regresar a los coloridos interiores del primer juego en una consola moderna se siente increíble. Gracias al motor RE Engine, cada rincón de Willamette ha sido revitalizado con texturas de alta resolución, más detalles, y mejoras en la iluminación y sombras. Los resultados son impresionantes, aunque con algunos errores menores, herencias del marco original. Pero lo más importante es que la expresiva, y cómica, cara de Frank sigue intacta y se ve mejor que nunca.
También se han implementado algunas mejoras en la calidad de vida, más allá de las actualizaciones visuales. La más destacada es la capacidad de moverse mientras apuntas. Puede sonar extraño, pero al igual que los primeros juegos de Resident Evil, Dead Rising originalmente te limitaba a estar quieto mientras apuntabas, lo que creaba momentos incómodos al usar una pistola. Aunque la mayoría de tus enfrentamientos con zombis seguirán girando en torno a blandir hachas, postes o bancos, este pequeño ajuste hace que ciertos combates, especialmente contra jefes, se sientan más naturales que en el diseño original.
De igual manera, Capcom ha incorporado acertadamente una función de guardado rápido, lo que reduce la necesidad de repetir largas secciones del juego en caso de morir (y morirás, una y otra vez). En la versión original, solo podías guardar en ciertos puntos del mapa, y cualquier enfrentamiento desafortunado con los zombis durante misiones clave te hacía perder bastante tiempo al tener que volver a cargar. Eliminar ese nivel de frustración es un gran beneficio tanto para los nuevos como para los jugadores veteranos, ya que el juego guarda automáticamente cada vez que entras en una nueva área. Los antiguos puntos de guardado siguen disponibles, pero ahora es un alivio saber que no perderás tanto progreso como antes.
La mayoría de los demás cambios se centran en la interfaz, mejorando las llamadas que recibe Frank para indicar áreas importantes, permitiéndote avanzar en el tiempo o simplemente optimizando los menús y el inventario. Un aspecto que parece no haber cambiado es la inteligencia artificial (IA) de los personajes. En varias ocasiones, tendrás que escoltar a otros sobrevivientes a través del centro comercial hasta el techo para escapar, lo que puede generar situaciones cómicas donde se quedan atascados en paredes, se detienen por largos periodos sin razón aparente o se quedan atrás al cambiar de área. No parece que esto haya mejorado; de hecho, es justo decir que se mantiene el mismo nivel de frustración que sentí la primera vez hace años. Al menos, ahora se ven mejor cuando aparecen de repente frente a tu motosierra y mueren de un solo golpe.
Aparte de eso, la experiencia de encarnar a Frank West nunca ha sido mejor. Como en su versión original, Dead Rising te recompensa a través de varias partidas, con modos adicionales desbloqueables que alteran las reglas del juego, y una sensación de logro al completar todos los finales posibles. También quiero destacar los nuevos packs de disfraces, no solo porque son una inclusión muy divertida (nunca pensé que jugar como un Licker de Resident Evil 2, con lengua gigante y todo, sería algo que quisiera hacer hasta ahora), sino porque la música de fondo cambia en todo el centro comercial según el disfraz que uses, lo cual es un detalle muy interesante. Además, Frank vestido de mujer sigue siendo un clásico imperecedero.
¿Merece la pena esta nueva versión de Dead Rising? Como fan de antaño, para mí la respuesta es un sí definitivo. La experiencia original sigue siendo tan divertida como siempre, a pesar de algunos problemas evidentes que aún persisten hasta el día de hoy, y aunque me habría encantado que Capcom ajustara otras áreas clave o añadiera nuevos modos o personajes al paquete actual, la mejora visual y las optimizaciones en la interfaz hacen que esta sea la versión más refinada de las aventuras de Frank West hasta la fecha. Me alegra que la franquicia no haya sido olvidada por completo después de tantos años, y ahora la esperanza es que el respetuoso trabajo invertido en esta reedición pueda llevar a una revitalización total de la franquicia en el futuro.
Esta reseña fue escrita luego de jugar una copia digital de Dead Rising Deluxe Remaster brindada por Capcom para PS5.
PUNTOS BUENOS
El motor RE Engine hace su trabajo con una renovación visual bastante fresca. Las mejoras en la interfaz y los controles son bienvenidas. Sigue siendo una experiencia entretenida. Los nuevos disfraces y la música son una buena adición.PUNTOS MALOS
La IA de los NPC sigue siendo un problema. No hay nuevos modos en el juego.CONCLUSIÓN
Dead Rising Deluxe Remaster definitivamente logra justificar su lanzamiento, manteniendo la esencia original con mejoras en la jugabilidad y una notable actualización visual. Desde ya te digo que sigue siendo tan disfrutable como siempre.