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Es difícil imaginar la gran carga de expectativas que Anthem, y todo su equipo de desarrollo, han llevado en sus espaldas tras su anuncio. Luego del decepcionante lanzamiento de Mass Effect: Andromeda y el cierre de su división en Montreal, el entusiasmo por el nuevo shooter de mundo abierto de BioWare y EA ha sido inmenso. BioWare es un desarrollador que ha ganado mucha de su reputación respaldándose en su gran capacidad para la creación de fascinantes mundos de ciencia ficción. Después de todo, son el estudio detrás de Star Wars: Knights of the Old Republic y la franquicia Mass Effect. No obstante,  Anthem era una propuesta realmente diferente y que llevaría a BioWare hacia zonas no exploradas.

En lugar de ser un masivo RPG para un solo jugador centrado en la narración de historias, Anthem es un RPG de acción que se juega siempre online y que se basa, en gran medida, en el modelo de servicio que EA ha estado realizando con gran éxito con sus otros títulos, como su reciente éxito sorpresa, Apex Legends. Entonces, hay razones legítimas por las que los fanáticos de BioWare hayan sentido una preocupación repentina ante un cambio tan drástico con la dirección de este nuevo juego.

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Aunque a veces es un viaje lleno de baches, aquellos preocupados por la calidad de Anthem pueden sentir un suspiro de alivio. En su mayor parte, cumple con su promesa de ser un título emocionante, con mecánicas shooter sólidas y una presentación visual realmente sorprendente. Sin embargo, sus desaciertos golpean muy duro al juego, al punto en que todo lo realmente divertido que es, queda por momentos eclipsado ante sus fallas básicas de diseño y una historia que no está a la altura de lo que podría esperar de BioWare.

La secuencia de apertura de Anthem es muy estimulante, es más, me atrevería a decir que a nivel narrativo el juego no vuelve a reencontrarse con secuencias tan memorables más adeñante. Juegas como un “Freelancer”, un grupo de soldados independientes encargados de proteger lo que queda de la humanidad. Para ese fin, utilizarán trajes mecánicos de combate conocidos como los Javelins o Alabardas. Tu equipo pronto se embarcará en una misión suicida hacia el Corazón de la Ira (Heart of Rage), una tormenta sobrenatural que se desarrolla en el corazón de la ciudad conocida como Freemark.

Este cataclismo libera todo tipo de bestias y, naturalmente, dependerá de los  Freelancers evitar que esta extraña brecha sobrenatural destruya a la población humana. Esta primera secuencia no gasta tiempo y nos empuja inmediatamente al corazón de la acción, luchando contra grandes enemigos llamados titanes e insectos venenosos conocidos como Skorpions.

Si bien suena fantástico, también es un poco abrumador al principio. Los personajes hablan al jugador como si ya estuviéramos familiarizados con los elementos del juego. Es por ello que no te sorprendas si al principio te confundes tratando de entender el lenguaje de Anthem, ya que el juego no hace un gran trabajo explicando todos estos términos hasta mucho más tarde. El protagonista y los personajes secundarios están bien representados por un muy buen trabajo de voz y una gran calidad de animación. No obstante, la falta de opciones de diálogo significativas hacía que no me interesara mucho en ellos. Del mismo modo, mientras que la trama rodea un poder que amenaza el fin del mundo, nunca tuve la sensación de que la población de Anthem realmente temiera por sus vidas. Es como si, de alguna manera, estuvieran desconectados de lo que sucedía fuera de Fort Tarsys (la ciudad principal del juego).

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El lore y detalles del juego se nutren de los Codex y conversaciones con NPC’s que iremos descubriendo en la ciudad y fuera de ella, pero dependerá mucho en cuánto estés dispuesto a leer. Dicho esto, las primeras misiones hicieron un buen trabajo al presentarnos de manera orgánica el contexto en el que nos encontramos, lamentablemente esto se desvanece casi por completo hacia el final de nuestro recorrido. La idea que me queda es que las últimas horas son una necesidad de cerrar con premura muchos de los cabos sueltos.

De repente, esto vendría a ser mi mayor sorpresa con el juego. Considerando el bagaje de BioWare, es decepcionante ver que Anthem no alcanza los grandes estándares de narración a la que el desarrollador nos tiene acostumbrados. En este apartado mis expectativas eran realmente altas y terminó muy por debajo de lo que habría esperado.

Por otro lado, uno de los mejores aspectos del juego son sus controles y el vuelo. Elevarse a través del dosel de los árboles y salir a través de acantilados, follaje denso y cascadas expansivas, transmiten una sensación increíblemente satisfactoria. No he jugado nunca nada que haya atrapado la sensación de libertad en el vuelo como lo hace Anthem. Con ello la exploración es una delicia, siendo capaz de transitar por el extenso y vivo mapa de manera elegante a medida que vas perfeccionando tus técnicas de vuelo. Y si bien, esta sensación de ser Iron Man es uno de los mayores atractivos del título de BioWare, siento que esta mecánica se reduce a lo detallado anteriormente, la exploración.

En ese sentido, siento que se desaprovecha un poco la oportunidad de incluirla de manera exitosa en el sistema de combate. Es cierto, puedes acercarte a un grupo de enemigos volando a velocidad y estamparlos con un melee desde el aire que crea un onda expansiva en el suelo, o elevarte y desplegar tu poder bélico desde un punto fijo en la altura, a expensas de recibir un buen número de balas en contra. A pesar de ambas opciones, creo que el vuelo podría estar mucho mejor implementando para las batallas, lo cual habría otorgado un aspecto realmente único a Anthem más allá de utilizar el vuelo para escapar rápidamente del fuego enemigo cuando veas tu vitalidad en peligro.

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Con ello entramos de lleno al sistema shooter que ofrece el título. Lo primero que puedo decir es que la variedad de habilidades del juego es numerosa, equilibrada y, en su mayor parte, bien ejecutada. Ya sea envenenando a los enemigos con una nube de gas tóxico, apuntando a enemigos con misiles guiados, bombas altamente explosivas o ayudando a tus aliados con habilidades de apoyo, casi todas las combinaciones son viables aquí. Entonces puedo decir que el combate en Anthem es una maravilla. El sistema de combos también otorga un elemento único al juego. Al momento de preparar tu primera Javelin querrás equipar componentes del tipo Primer y Detonador, ya que contar con ambos te permitirá hacer un daño masivo conocido como “combos”.

En cuanto a las armas, todo el sistema es competente pero nunca llega a ser brillante, ya que el verdadero disfrute se centrará en las habilidades de tus trajes. Hay diferentes tipos de armas que se acoplarán a tu estilo de juego, pero la variedad entre ellas nunca es la mejor. Es decir, contarán con velocidades de disparo, funciones y algunos detalles más, pero sus diferencias nunca son tan resaltantes como para andar siempre en busca de la mejor. Lo que sucede aquí es que todo el sistema de armas lo siento más como un complemento a la verdadera estrella del jugo, las habilidades únicas de cada una de las Javelins.

Eso nos conduce al siguiente punto, los trajes especiales conocidos como Alabardas…olvida eso, es mejor llamarlas Javelins, suena mucho mejor. Sin hacerla muy larga, los Javelins son el mejor aspecto del juego, porque además de ser divertidas de utilizar, nos confieren de mucha libertad y opciones para encarar las batallas a nuestro gusto. Su importancia reside en que las cuatro están muy distanciadas la una de la otra, entonces será imposible que quieras utilizar la misma estrategia de combate que tienes con el Ranger cuando usas al Interceptor o a cualquiera de las otras dos. En ese sentido, el enfoque de batalla cambia completamente cuando utilizas a cada una de ellas, brindándote así experiencias completamente nuevas ante una misma misión.

Desafortunadamente, el juego desalienta la experimentación con diferentes clases de Javelins en lugar de apoyar a los jugadores a encontrar rápidamente la que se amolde más a su estilo de juego. Una vez que seleccionas tu primer traje, se te bloqueará el acceso a las otras durante un buen tiempo. En ese sentido, podrás conocer mejor la diversidad de cada una de ellas durante el endgame que propone Anthem.

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Por suerte, las Javelins tienen un gran potencial para la personalización, con variedades de colores de pintura, partes intercambiables y texturas disponibles. Durante mis más de 40 horas cambié el aspecto de mis diferentes trajes varias veces, dependiendo de mi humor. Aún así, recalco que el sistema de personalización sigue siendo hasta ahora solo un potencial, porque la cantidad de elementos cosméticos para elegir siguen siendo muy limitados, dejando solo los colores a nuestra disposición. Será importante que BioWare pueda ofrecer más variedad, pero considerando que no verás a ningún otro jugador en Fort Tarsys, solo quedará el Launch Bay para que puedas exhibir tu creación a otros jugadores.

Recuerda también que tu bóveda se limita a 250 ítems, por lo cual llenarla será algo que harás relativamente rápido. Considerando que de todas las recompensas que obtienes, solo muy pocas serán beneficiosas, deberás estar limpiando tu bóveda frecuentemente, ya que de llenarse, no podrás acceder a misiones.

Hablando de misiones, una de las fallas más grandes de Anthem es la estructura repetitiva de ellas y el diseño de niveles. Las misiones a menudo representan poco más que volar a un campamento enemigo o al interior de una cueva y eliminar todo lo que se encuentre a tu paso mientras un contador verifica el cumplimiento de tu objetivo. Si bien los entornos del juego a menudo son sorprendentes por su belleza, no proporcionan la variedad suficiente para hacer que los encuentros se destaquen. Esto no sería un gran problema si disfrutas de la jugabilidad de Anthem, y ciertamente me gusta, pero entiendo que recorrer las mismas mazmorras una y otra vez podría volverse bastante agotador rápidamente.

No puedo evitar mencionar los problemas técnicos y errores que experimenté durante la campaña de Anthem y su contenido paralelo. Las misiones de la historia esencial se vuelven confusas cuando estás en una escuadra que ya está a mitad de la misión. Sin duda, aumenta la confusión cuando eres teletransportado numerosas veces hacia donde se lleva acabo la batalla. Eso podría ser entendible, pero considerando la larga duración de la pantalla de carga, el tiempo de espera se vuelve interminable.

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Y es aquí a donde finalmente llegamos, creo yo, a otro de los principales problemas del juego, los tiempos de carga. Mucho se ha dicho que estos tiempos son realmente largos, y es cierto, lo son. Lo malo aquí es que este inconveniente afecta a toda la estructura del juego. Por ejemplo, puede pasar más de 10 minutos desde que inicio sesión hasta disparar la primera bala. Durante batalla, si me toca una pieza interesante que me gustaría integrar a mi Javelin no podré hacerlo ahí, deberé salir del mapa de juego, ir hacia la forja, equipar el arma nueva, salir de la forja, llegar a Fort Tarsys o al Launch Bay, y dese ahí recién ingresar a una nueva misión donde finalmente probaré mi arma. Todas esas secuencias están conectadas por largos tiempos de carga que realmente afectan mi disfrute. El error de diseño en ese aspecto es bastante grave porque lo que debería hacer es facilitar la experiencia del jugador, no dificultarla más y eso es algo de lo que nos percatamos fácilmente puesto que juegos rivales a Anthem, nos han engreído bastante con estas opciones básicas de diseño.

Una nota más positiva es el diseño de sonido del juego, que es, en su mayoría, efectivo y bien ejecutado. Las armas golpean con un golpe metálico y los jetpacks de las Javelins zumban con un poderoso rugido. El estéreo panorámico del juego para auriculares brinda un gran sentido de dirección, además que la música es un gran acompañante de la aventura.

Aunque no coincide con la promesa de gráficos de próxima generación que se prometió durante el E3, no hay duda de que Anthem es un juego visualmente impresionante que empuja a la actual generación de consolas a sus limitaciones técnicas. La iluminación dinámica del juego es impresionante, la geografía detallada, los modelos de personajes y las Javelins son elementos muy bien pulidos y fascinantes. Las texturas también son ricas y detalladas en su mayor parte, con algunas excepciones menores. Las animaciones faciales y los personajes, en general, son un gran paso adelante en comparación con las extrañas marionetas de carne de Mass Effect: Andrómeda. Si bien no alcanza el esplendor de sus competidores más impresionantes como Red Dead Redemption 2 o God of War, su fidelidad gráfica merece ser mencionada junto con los otros gigantes de la industria.

Hay preocupaciones válidas sobre la futura hoja de ruta de contenido postgame de Anthem que estoy seguro que BioWare abordará en las actualizaciones y expansiones que se avecinan. El juego y la historia, tal como están, se parecen mucho a los cimientos de un mundo listo para construirse y expandirse. El contenido actual endgame es un poco escaso, y podría imaginarme que el desgaste se aprecia rápidamente y afecta negativamente el deseo de que los jugadores regresen a Anthem después de terminar la campaña, si no fuera por el satisfactorio botín.

El valor del juego a precio completo es subjetivo, pero esa pregunta se vuelve más nebulosa cuando consideras programas como EA Access y Origin Access, que permiten a los jugadores probar el juego por un menor costo de suscripción. Al igual que con muchos de estos títulos basados ​​en servicios, algunos sin duda esperarán un descuento o más actualizaciones y expansiones de contenido antes de sumergirse en Anthem, y eso es probablemente una decisión inteligente.

Si Anthem cumple o no con las expectativas depende en gran medida de la audiencia que lo evalúa. Los fanáticos devotos de BioWare pueden sentirse decepcionados de que Anthem no sea el próximo Mass Effect, ya que carece de la profundidad en la construcción de su mundo y la narración por la que el estudio ha triunfado en el pasado, y eso puede irritar a algunos devotos. Pero aquellos que se sintieron atraídos por Anthem basándose en la promesa de un apasionante título shooter con elementos RPG, encontrarán mucho para amar en el vuelo y el satisfactorio combate que se ofrece aquí. Con errores y todo, no me voy a cansar de decir que he disfrutado mucho de mis horas en el juego, pero, definitivamente, será importante que BioWare realice un gran esfuerzo en mejorar la experiencia del jugador, para que el potencial del juego pueda finalmente despegar.

Esta reseña fue escrita luego de jugar una copia digital de Anthem para PlayStation 4 brindada por Electronic Arts.