Parte de mí pensaba que jamás llegaríamos a ver la continuación de la historia de Alan Wake. El juego original, que salió para Xbox 360, fue un éxito modesto que nunca llegó a tener suficientes seguidores como para justificar una secuela. DLCs y spin-offs como American Nightmare lo mantuvieron en el candelero un poco más, pero parecía que el pobre Alan pasaría el resto de su vida ficticia atrapado en un eterno cliffhanger.
Felizmente todo eso cambió cuando el increíble Control de Remedy llegó al mercado y trajo una nueva aventura en el mismo mundo, así como tentadoras pistas sobre el destino de Wake. Entonces, después de más de una década, por fin pudimos regresar al misterioso mundo del famoso escritor ¿Ha merecido la pena esperar?
Alan Wake 2 comienza 13 años después del juego original. Hacia el final del primer juego Alan Wake, el escritor, desapareció de la faz de la Tierra y, en lo que a todo el mundo respecta, su caso se archivó simplemente como un desaparecido más. Pero las cosas están a punto de cambiar. Cuando la pequeña ciudad de Bright Falls comienza a ver un repentino aumento de asesinatos en serie, la agente del FBI Saga Anderson es enviada a investigar. Apenas lleva un día en la ciudad cuando se ve envuelta en un extraño misterio en el que están implicados muertos que vuelven a la vida y cultos misteriosos. En el centro de todo está Alan Wake, que ha pasado los últimos 13 años atrapado en el Dark Place, una realidad infernal donde la ficción se se transformada en realidad. No obstante, los nuevos acontecimientos ponen en peligro a todos, y Alan necesitará la ayuda de Saga antes de que el oscuro poder que alimenta el Dark Place escape y lleve su maldad al mundo entero.




Si bien, Alan Wake 2 funciona como una secuela en toda la regla de Alan Wake, el juego se parece mucho a Control en su ejecución. Tiene un énfasis mucho mayor en lo sutil pero surrealista. En ese sentido, verás como los elementos y escenarios cambian constantemente en función al mundo que te rodea. Y a eso agrégale escenas en live action que se mezcla con el motor del juego.
Yo siento que eso le beneficia en gran medida. Si bien habrá gente a la que le encantó el primer juego y le moleste lo mucho que Alan Wake 2 toma prestado de su predecesor más reciente, no obstante Control era un concepto mejor trabajado, y está bien verlo ampliado fuera de su entorno cerrado. Me encanta lo descaradamente extraña que es la historia sin caer en la autocrítica. En base a eso, Saga no se pasa la mitad de la historia actuando como si estos extraños sucesos no pudieran ser reales, sino que se adapta rápidamente y trabaja para entender las reglas. Esto contribuye a que el personaje resulte más simpático.
El único inconveniente real de la trama es que a menudo es tan surrealista que puede ser un poco difícil de seguir. Parte de esto es obviamente intencionado, con muchas rarezas por el simple hecho de serlo, o detalles intencionadamente oscurecidos para aumentar la sensación de misterio. A veces, depende de que recuerdes detalles oscuros de Alan Wake, Control y sus respectivos DLC, y Alan Wake 2 no es precisamente bueno explicándolos. Si bien he jugado todos los títulos anteriores, aun así, he tenido que hacer una pausa de vez en cuando para volver a consultar la wiki y recordar ciertos detalles que podían escaparse a mi memoria.
Como era de esperar, en Alan Wake 2 hay dos personajes jugables distintos, cada uno con un concepto diferente. La agente del FBI Saga pasa la mayor parte del tiempo en el “mundo real” de Bright Falls y sus alrededores, mientras que Wake pasa más tiempo en el The Dark Place. Aquí quiero ser bastante claro de que no se trata sólo de una diferencia temática, sino que tiene un impacto significativo en la forma de actuar y sentir de los personajes.




Saga es una agente del FBI en la línea de Will Graham, de Hannibal. No sólo es experta en reunir pistas aleatorias, sino que también puede meterse en la cabeza de las personas a las que persigue. En el juego, esto se traduce en el uso de un tablero de pistas y la elaboración de perfiles. Saga tiene un “lugar mental” dentro de su cabeza, una cabaña ficticia en su cerebro donde puede refugiarse para poner en orden sus pensamientos. Dentro, puede crear largos y complejos expedientes adjuntando varias pistas que sirven al doble propósito de ofrecer a los jugadores una cómoda visión de conjunto de los muchos hilos argumentales que se entrecruzan, además de permitirle llegar a conclusiones y obtener pistas para saber cuál será el siguiente paso. Saga también puede “perfilar” a los sospechosos, lo que se traduce mejor en una forma de “leer la mente” del individuo. Si tiene suficientes pistas, aparecen corazonadas, que le dan una visión aparentemente sobrenatural de las mentes de las personas que está investigando.
Esto significa que la jugabilidad de Saga es como la de un título de aventuras. Te adentrarás en varias zonas de Bright Falls y buscarás pistas sobre lo que está ocurriendo. Algunas pistas existen con la intención de brindar sustanciosos y divertidos detalles a la experiencia, mientras que otras son importantes para avanzar en la trama. En ese sentido, no todas las pistas son estrictamente necesarias.
En comparación, Alan no lo tiene tan fácil. El mundo en el que vive tiene una lógica onírica, y el mundo está literalmente influido por lo que él escribe y hace. Al principio, Alan encuentra una lámpara mágica que le permite almacenar la luz que encuentra. El mundo en el que se encuentra cambia si está bien iluminado o no, con pasadizos que aparecen y desaparecen u objetos en el entorno que cambian salvajemente. Por ejemplo, auitar la luz cerca de un auto hace que se transforme en un carro de policía con sirenas intermitentes, que consecuentemente atraerá a los enemigos cercanos.
La cosa se complica cuando a Alan se le ocurren ideas para la historia. Muchas zonas del mundo de Alan son “escenas” que representan momentos importantes del “libro” que está escribiendo. Alan puede obtener ideas del entorno y utilizarlas para cambiar las escenas. En ese sentido, si está pensando en un agente del FBI desaparecido, puede adaptar un túnel de metro para mostrar lo que le ocurrió. Si está pensando en una secta, ese mismo túnel puede contener pistas e indicios sobre los objetivos generales de la secta.




Debo decir que de los dos personajes jugables, Alan resulta más intrigante. La ambientación en el mundo real de Saga le sirve de base a ella y a sus acciones, y hace que lo surrealista y lo sobrenatural destaquen más, pero los poderes metanarrativos de Wake permiten un diseño de zonas mucho más creativo. Los dos se equilibran entre sí; los segmentos alucinantes de Alan pueden llegar a ser un poco agotadores, y explorar los entornos más (relativamente) realistas de Saga es más sencillo.
Todo ello, evoca mucho de lo que más me gustó de Control. La física surrealista y la lógica onírica del mundo hacen que sea realmente divertido explorarlo. Es muy divertido averiguar la lógica que hay detrás de un ritual mágico o cómo se supone que Alan debe retorcer la realidad para llegar a sus cometidos. No es especialmente difícil la mayor parte del tiempo, pero los distintos puzles y desafíos del juego tienen suficiente complejidad como para mantener al jugador enganchado.
El combate en Alan Wake 2 bebe mucho del concepto básico del primer juego. La mayoría de los enemigos son criaturas de la oscuridad y las sombras, por lo que no están ligados a la realidad. En su lugar, son seres que se retuercen como monstruos y a los que no se puede dañar fácilmente. La única forma de aturdirlos y hacerlos vulnerables es golpearlos con el rayo de tu linterna u otra fuente de luz potente. Una vez que un enemigo se vuelve vulnerable, puedes disparar para infligirle daño y acabar con él.
Cabe señalar que la secuela presenta algunos ajustes en el combate, sobre todo para mejorar los combates básicos más allá de esquivar y disparar. La mecánica de evasión se ha reajustado, de modo que es menos potente y requiere que la sincronices mejor, para que no burles a los enemigos durante mucho tiempo. A cambio, los enemigos tienen puntos más vulnerables. Muchos tienen puntos débiles estándar, como los disparos a la cabeza, pero otros tienen un punto brillante en el cuerpo (normalmente en la espalda o en otro lugar de difícil acceso) que causa un mayor daño al dispararles. Esto te invita a hacer cosas como disparar a la pierna de un enemigo para que se tambalee y puedas seguir con un disparo a la espalda. A medida que avanza el juego, consigues una gran variedad de armas, como pistolas, escopetas y pistolas de bengalas. Saga puede mejorar sus armas encontrando piezas de manuscrito repartidas por los niveles, mientras que Wake puede encontrar Palabras de Poder que le otorgan mejoras en sus armas y estadísticas. La munición y el espacio en el inventario son limitados, así que deberás asegurarte de dar prioridad a lo que mejor se adapte a tu estilo de juego.




El mayor problema de Alan Wake 2 es que el combate es el aspecto más aburrido y poco interesante del juego. No es que sea malo, pero cada vez que me metía en una pelea, quería que se acabara para poder volver a las cosas que el juego hace bien. También es fácil compararlo con Control, que tenía un enfoque más atractivo e interesante del combate. El juego parece ser consciente de que la lucha no es su punto fuerte, así que hay muchos menos combates que en sus anteriores juegos. Aún así, habría preferido que fueran más atractivos.
Hay muchas misiones secundarias que completar. Hay objetos coleccionables repartidos por los mundos de ambos protagonistas, muchos de los cuales te piden que resuelvas rompecabezas básicos. Desde encontrar el código de una caja fuerte hasta averiguar los pasos exactos de un ritual mágico. Incluso encontrarás varios experimentos que la FBC ha puesto en marcha en Bright Falls para controlar su capacidad de “convertir la ficción en realidad”. La mayoría son relativamente sencillos, pero definitivamente añaden mucho sabor a la narración.
Por otro lado, Alan Wake 2 tiene un aspecto absolutamente fantástico. El diseño de los entornos es mucho más variado que en el primer juego o en Control, y es evidente que se ha hecho un gran esfuerzo para que cada lugar resulte distinto e interesante. Hay un montón de pequeños detalles que dan vida al mundo, y a pesar de ello funciona sorprendentemente bien. Del mismo modo, el sonido contribuye en gran medida a dar al juego un aire de terror, y más de una vez tuve un pequeño sobresalto al oír una voz espeluznante susurrándome al oído.



Si bien siento que Alan Wake 2 no alcanza el mismo nivel de Control, sigue siendo un juego excelente en la misma línea. La atmósfera es casi inigualable, y es un mundo increíblemente divertido en el que perderse durante horas. Lo único que lo hace deficiente es el combate, que resulta una molestia porque lo único que vas querer hacer es volver lo antes posible a la extraña y surrealista exploración. Los fans de este bizarro universo que Remedy ha creado encontrarán muchas cosas geniales en Alan Wake 2, pero los recién llegados quizá quieran jugar primero Control para no perderse por completo cuando aparezca “ese personaje”. Y, aunque no tiene tanta acción como, por ejemplo, Resident Evil, Alan Wake 2 toma varios aspectos del género del survival horror y los equilibra, aunque siempre enfocado y supeditado a narrar una historia. Toda la experiencia del juego se desarrolla como una novela de terror visual que definitivamente enganchará con los fans y con los amantes de lo bizarro, entre los cuales me encuentro.

Esta reseña fue escrita luego de jugar una copia digital de Alan Wake 2 brindada por Remedy Entertainment para PlayStation 5.
PUNTOS BUENOS
El juego visualmente es hermoso, logrando captar muy bien un diseño de escenarios convinvente. Ambos protagónicos están bastante bien, siendo lo suficientemente diferentes para que cada uno de ellos aporte siempre frescura a la experiencia. La historia, aunque surreal y dosificada, es lo suficientemente poderosa para enganchar al espectador.PUNTOS MALOS
El sistema de combate es tosco y podría considerársele como lo más flojo de la experiencia.CONCLUSIÓN
Incrédulamente, tenemos en nuestras manos una secuela de Alan Wake, algo que realmente pensamos que había quedado en el olvido. Felizmente Remedy ha aprovechado la oportunidad que se abrió con Control y ahora nos brinda una experiencia que intenta recabar lo mejor de sus títulos anteriores. Con un acabado visual impresionante, y una construcción de historia bastante bizarra, Alan Wake 2 es un título que se destaca bastante y se posiciona entre lo mejor que ha hecho Remedy. Lamentablemente, el sistema de combate lo aleja de lo que podría haber sido un título más que perfecto.