Análisis

En los últimos años, AMD le ha dado un muy necesario movimiento al mercado de los procesadores con la serie Ryzen, precios más cómodos que el antes dueño del mercado, Intel, con un producto de alto rendimiento.

Sin embargo, es cierto que hasta su primera generación aun estaban un paso detrás del rendimiento de su competencia. Y así, nos encontramos con esta segunda generación de Ryzen, aplicando su conocida arquitectura Zen, pero con un plus esta vez que promete poner en apuros a Intel y con su reconocido precio más bajo. ¿Lo habrán logrado?

¡Descubrámoslo!

En primer lugar, demos un vistazo los indicadores básicos de esta nueva generación, los procesadores.

La principal diferencia de estos nuevos procesadores con respecto a sus predecesores, es la frecuencia, por ejemplo la Ryzen 7 2700X reemplazaría a la Ryzen 7 1800x, y en temas de frecuencia tiene un incremental en base y turbo de 100MHz y 300MHz respectivamente, y no solo eso, sino que también es lanzado con un precio mucho menor al que originalmente fue lanzado su predecesor.

Así mismo, cuenta con un cooler incluido, el AMD Prism RGB, añadiendo bastante valor al paquete total. De la misma manera el Ryzen 5 2600X, aunque en este caso la mejora de frecuencia impacta directamente a la velocidad Turbo, pero con el añadido del cooler AMD Spire, que si bien no es tan vistozo como el Prism RGB, cumple su función de excelente forma.

Como ya hemos mencionado, la piedra angular de esta nueva generación es una mejora en su arquitectura Zen, ahora llamada Zen+ para marcar la diferencia, que se ha enfocado en una mayor frecuencia del reloj y un aumento en la IPC (Instructions Per Cycle), la medida que nos indica cuantas instrucciones puede ejecutar un procesador por vuelta de reloj, de un aproximado de 3%; todo esto en cuanto el número de núcleos e hilos se mantiene igual que el de la primera generación.

De esta manera, Ryzen reafirma su enfoque hacia el mercado gamer, además de brindando buenas opciones para el overclocking, a través de su software propio Precision Boost 2, dando una herramienta de fácil uso para llevar el procesador a su límite, hasta para los usuarios menos experimentados.

Pero cabe señalar que aún sentimos que el tope es un poco bajo comparado con su competencia, por ejemplo el Core i7-7700K de Intel puede llegar a los 4.5GHz.

Así mismo, otro punto importante en la mejora de la arquitectura de estos nuevos procesadores se da en la litografía, ya que en esta oportunidad se ha utilizado la tecnología de 12nm, mejorando directamente la frecuencia del reloj.

También cabe mencionar, que estos procesadores son compatibles con placas madre de la serie 300, por lo que no sería necesario hacer un cambio sin contamos con placas de esta serie.

De esta manera, la segunda generación de Ryzen nos brinda nuevos procesadores bastante sólidos en métricas y arquitectura, pero ahora pasemos a las pruebas.

En cuanto a las pruebas. En esta oportunidad, al tratarse de procesadores que intentan alcanzar el performance de Intel en videojuegos, nos hemos enfocado en probar los FPS  a 1080p, utilizando una tarjeta de video AMD Radeon RX Vega 64 con 8 GB de memoria dedicada y un comparativo con su competidor directo, el procesador Intel Core i7-7700K, esto por precio (aprox. $350) e indicadores.

Para este fin, probaremos los juegos GTA V y DotA 2.

Como podemos ver, las diferencias son bastante cortas, en incluso en algunas ocasiones es superado por el Ryzen 5 2600X, el cual tiene un precio mucho menor, generando bastante valor.

Teniendo toda esa data, podemos concluir que AMD Ryzen una vez más lanza al mercado un producto de calidad dispuesto a tomar su porción del mercado gamer y pisándole los talones a Intel y adicional, la tecnología utilizada les permite realizarlo con precios competitivos, lo cual en última instancia nos favorece a nosotros los clientes finales.

Si bien estos procesadores son para usuarios más avanzados a diferencia de sus integrados, el precio-calidad se mantiene.