55
Views

Magic The Gathering (desde ahora “Magic”) se encuentra entre los juegos de cartas coleccionables con el crecimiento más sólido de los últimos años, manteniendo un incremento permanente de sus jugadores en el mundo, impulsando eventos competitivos internacionales, una plataforma digital gratuita que ha mantenido la presencia de la marca pese a la actual pandemia y una serie para Netflix en desarrollo con los hermanos Russo como productores ejecutivos. ¿Qué otra razón se necesitaría para darle una mirada?

Fue creado por el matemático Richard Garfield en 1993 con el propósito de tener un juego competente y con una duración de juego relativamente baja (en comparación a otros juegos de mesa como Dungeons & Dragons que podía durar horas o días frente a un juego de “Magic” que dura minutos).

Gracias a mecánicas comprensibles para jugados novatos y veteranos, la posibilidad de representar la identidad de un jugador y la versatilidad para crear estrategias para llegar a la victoria (acompañado de unas gráficas hermosas, uff) es que el juego es una grata experiencia (sobre todo jugando con amigos).

El concepto del juego es simple de entender (la mecánica del juego, sin embargo, responde a otro artículo). Por lo general, dos jugadores se enfrentan con mazos de cartas, cada uno con un número de vidas que no debe dejar que llegue a cero.

Eidolon of countless battles

Cada una de sus acciones, desde aventarle un dragón hasta un lanzar un trueno requiere que los jugadores utilicen “mana” (representado por cartas en tu mazo llamadas “tierras” y graficadas por paisajes) para poder pagar el ingreso de sus cartas al campo de batalla.

Esto permite un balance entre costo versus beneficio que será lo que acompañe toda acción en cada juego. ¿Gasto mi mana en infligir daño a mi oponente o creo una defensa para avanzar en el siguiente turno a una jugada con mucho mayor beneficio? ¿Gasto mi mana en este momento o lo guardo para responder a acciones peligrosas de mi oponente? Todo gira alrededor del uso eficiente y oportuno del mana.

Dragonlord Atarka

La identidad y los colores

“Magic” tiene una facilidad para la creación de conceptos gracias a los cinco colores con los que trabaja y que puede combinar para crear nuevas opciones.

  • Blanco: La justicia y el orden. Comúnmente representada por criaturas angelicales, caballeros y representaciones del bien. Su estrategia se basa en formar una milicia, reforzarla y ajusticiar todo aquello que se oponga.
  • Negro: El egocentrismo y la muerte. Comúnmente representada por criaturas demoniacas, zombis y seres de pesadilla. Su estrategia aprovecha todo los recursos posibles para ganar: sacrifica cartas, vida y todo lo que se tenga a disposición.
  • Verde: La naturaleza salvaje. Comúnmente representada por bestias, elfos y criaturas del bosque. Su estrategia es abusar de un sobreingreso de tierras (que generan mana) para pagar los costes de criaturas descomunales.
  • Rojo: La pasión y la volatilidad. Comúnmente representada por dragones, trasgos (duendes), y representaciones de la guerra. Su estrategia es sacrificar la seguridad personal por decimar de la manera más pronta posible al oponente.
  • Azul: El intelecto y la astucia. Comúnmente representada por magos, esfinges y criatura místicas. Su estrategia es limitar o anular las acciones de los oponentes hasta tener la certeza de poder emplear golpes contundentes que acaban el juego en un par de turnos.

Cada uno de estos colores se ha combinado en más de una oportunidad, creando interacciones nuevas, como la combinación del negro y el verde que se caracteriza por reanimar criaturas o el blanco, el rojo y el azul para crear criaturas que pueden evadir amenazas a la vez que generac daño. Las opciones son múltiples.


Una historia con arcos argumentales

La historia de “Magic” ha sido contada desde sus inicios por los “caminantes de planos” o “planeswalkers” (en esencia, los jugadores son “caminantes de planos”) quienes pueden adentrarse en distintos planos.

Gracias a ello es posible conocer múltiples realidades, desde un mundo basado en la literatura de Lovecraft y autores afines, pasando por un mundo hecho de metal, hasta uno basado en la cultura maya-inca. Si bien los “planeswalkers” son cada jugador, hace más de diez año se introdujeron representaciones de ellos como cartas con quienes el jugador puede interactuar o por quienes se puede construir la narrativa de cada plano.

Desde su inserción al juego, se ha trabajado una historia para cada uno, con un propósito y ambiciones acorde a su color. Es así como lograron crear un enemigo común, un dragón ancestral que buscaba el poder absoluto a través de los planos, y un grupo de héroes que se opondría a ellos y que finalmente, luego de 10 años de historia (como el UCM), tendrían un encuentro donde lo vencerían. Si bien está historia ha concluido en 2019, cada personaje aún tiene sus propios conflictos y ambiciones, por lo que comienza una nueva etapa narrativa por la cual se conocerán nuevos planos, nuevos personajes, y nuevas historias.

Storm the citadel

¿Cómo embarcarte?

Actualmente es complicado acceder a las cartas impresas por la coyuntura, además de que supone una inversión proporcional a la estrategia que quieras seguir. Por lo que el camino más rápido, barato y amigable por el cual adentrarse en el juego es a través de su plataforma online “Magic: The Gathering Arena”.

Es gratuito y no es pay-to-win, pues el mismo juego te recompensa por ganar partidas, te otorga mazos iniciales y te reconoce con premios cada día lo que acelera a un ritmo respetable el ingreso de las cartas que puedas necesitar. Sí, puedes comprar sobres de cartas digitales para acelerar el proceso e incluso si adquieres productos en papel, ganas códigos para recibir cartas en la versión digital.

Existe un pase de temporada que te da acceso a elementos cosméticos para algunas de tus cartas y puede acelerar un poco más tu ingreso de cartas. Todo depende de ti.

Etiquetas de artículos:
Categorías de artículos:
Artículos · Noticias
Johann Aldazábal

Director Editorial | Analista de la industria de los videojuegos y el entretenimiento | Psicólogo Clínico | Músico amateur, geek, cinéfilo.