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Basada en los cómics de Mike Mignola, la nueva película de Hellboy también sirve como un reinicio de la franquicia a la gran pantalla que anteriormente consistía de Hellboy y Hellboy II: The Golden Army de Guillermo del Toro. Sin embargo, cuando fracasaron los planes para Hellboy 3, el estudio decidió tomar la serie en una nueva dirección, reiniciándola y seleccionando a David Harbour como el nuevo protagónico quien tomaría las riendas dejadas por Ron Perlman.

Desde un inicio se prometió que la nueva película sería más fiel a los cómics originales de Mignola, con un guión de Andrew Cosby (Eureka) y dirigido por Neil Marshall (Game of Thrones), pero, al parecer, la tan cercana adaptación a su material de origen ha hecho que la película sufra de ciertos problemas de ritmo. Entonces, a pesar de un contar con un protagónico bastante competente, Hellboy es una épica de superhéroes sorprendentemente aburrida que se arrastra entre vacías secuencias de acción.

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La película trata sobre Hellboy (Harbour) haciendo equipo con la Oficina de Investigación y Defensa de lo Paranormal (BPRD) en un esfuerzo por evitar que la antigua bruja Nimue (Milla Jovovich), “The Blood Queen”, acabe con toda la humanidad. El largometraje funciona como una historia de origen para Hellboy, que ofrece una idea clara de dónde vino y por qué su padre adoptivo, Trevor Bruttenholm (Ian McShane), eligió criarlo como hijo.

Pero también ofrece otras historias de origen un poco más resumidas para los otros miembros del B.P.R.D. como Alice Monaghan (Sasha Lane) y Ben Daimio (Daniel Dae Kim). Con historias secundarias que llevan a Hellboy en diferentes direcciones, como a batallar contra gigantes o contra la mismísima Baba Yaga, me queda claro que la intención era la de lanzar mucho contenido al espectador, pero sin lograr unirlo todo de manera convincente.

Como mencioné anteriormente, los problemas de ritmo de Hellboy pueden ser el resultado de estar demasiado cerca de los cómics de Mignola, ya que la película tiene la sensación de saltar de una historia a otra sin crear un mayor peso argumentativo a lo que acabábamos de ver, similar a cómo los cómics cuentan una historia en cada uno de sus números, pero que se unen para un resultado global. Similar a como funcionan muchas series de televisión.

Sin embargo, cuando ese método de narración se traduce a la pantalla, tiene una sensación más inconexa, ya que Hellboy tarda demasiado en llegar al verdadero conflicto principal de la película y luego lo resuelve más rápido de lo que podríamos haber esperado. Además, debido a que dedica mucho de su tiempo a historias secundarias y misiones, se tarda bastante (si es que lo hace) en desarrollar a los personajes principales del reparto.

El guión de Cosby tiene algunos buenos elementos, cuando intenta mostrar antes que revelar, llevando todo a un plano más céntrico donde encontramos algunos temas interesantes. Por ejemplo, cuando se expone explícitamente el conflicto interno de Hellboy, ese que lo mantiene dudoso sobre la dualidad del bien y el mal que existen dentro de él. La historia tiene características convincentes, pero gran parte de ella se ahoga por todo lo demás que sucede dentro. Nimue, Alice y Ben reciben arcos similares y forzados que terminan entorpeciendo a una superpoblada historia.

Donde la película sobresale, tal vez, es en sus fantásticas secuencias de acción en la medida en que ofrecen un espectáculo agradable. La dirección de Marshall las convierte en emocionantes escenas de lucha que están casi a la par con los episodios que dirigió en Game of Thrones (“Blackwater” y “The Watchers on the Wall”). Debido a su experiencia, Marshall maneja bien las escenas de batalla en Hellboy, aunque nos deja la sensación de una película cinematográfica televisiva en lugar de una película a gran escala.

Aún así, el absoluto absurdo de ciertas escenas de acción en Hellboy es lo suficientemente entretenido como para que el espectador pueda convencerse por momentos. Es en estas escenas en que el largometraje también gana su calificación R, usándola para obtener efectos espantosamente gratificantes. Tanto así que gran parte de la violencia parece ser incluida de forma gratuita Así que los espectadores a quienes les disguste demasiado el gore, deberán saber que en este remake hay mucho de ello.

 

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Yendo a comprar mi Sugoi when suddenly… #Hellboy se apodera de Lima!

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Hellboy tiene todo el potencial de una película épica de superhéroes con un héroe intrigantemente atípico en Harbour; un elenco fuerte que incluye a Ian McShane y Daniel Dae Kim; y toda una serie de mitos populares que buscan adaptarse a una moderna superproducción de fantasía. Sin embargo, Hellboy arroja demasiado en una película de dos horas y la abarrotada historia termina arrastrando lo que podría haber sido un convincente trabajo de personaje al héroe titular.

El resultado es una película que puede ser más fiel a los cómics, pero lucha por mantener a los espectadores interesados ​​en todo lo que sucede durante sus dos horas de duración. En un mes tan repleto de películas de superhéroes, Hellboy puede tener las de perder.

La película tiene sus méritos, y el espectáculo de sus efectos y diseño pueden hacer que valga la pena de experimentarlos en pantalla grande. Pero, hacia el final, me quedo con la idea de que Hellboy parece estar destinado a ser rápidamente opacado por grandes éxitos de taquilla que seguirán dominando durante este mes.

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Johann Aldazábal

Director Editorial | Analista de la industria de los videojuegos y el entretenimiento | Psicólogo Clínico | Músico amateur, geek, cinéfilo.