La Casa Blanca anunció el martes por la tarde que estaría retrasando parte de sus planes para expandir los aranceles chinos. Trump había anunciado previamente un arancel general del 10% sobre 300.000 millones de dólares en productos chinos para comenzar el 1 de septiembre. El nuevo plan retrasa hasta el 15 de diciembre la tarifa de productos específicos, incluyendo consolas de videojuegos, teléfonos celulares, computadoras portátiles y más.
La fecha límite del 1 de septiembre sigue vigente para otros artículos, incluyendo productos alimenticios, trajes y guantes.
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El retraso se debe a lo que Trump describió en Twitter como una llamada “productiva” entre negociadores estadounidenses y chinos. “No estoy seguro si fueron las tarifas o la llamada, pero la llamada fue muy productiva”, así es como Trump la describió específicamente. Trump añadió que espera que China “compre más a Estados Unidos”.
No está del todo claro por qué el gobierno de Estados Unidos decidió retrasar los aranceles en relación con estos productos específicos. La Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos describió las demoras como una exención “basada en la salud, la seguridad, la seguridad nacional y otros factores”. La mudanza desplaza las tarifas de la temporada de compras navideñas de la que dependen muchas empresas estadounidenses.
As usual, China said they were going to be buying “big” from our great American Farmers. So far they have not done what they said. Maybe this will be different!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 13, 2019
La decisión sigue a una ola de críticas de la industria de los videojuegos. Microsoft, Nintendo y Sony se unieron para emitir una declaración solicitando que las consolas de videojuegos sean eliminadas de las tarifas de Trump. El documento señalaba que las consolas de videojuegos se fabrican a medida y a menudo se venden a precio de coste. Trasladar la fabricación a otros países no es “factible”.
Se argumentó también que las tarifas “perturbarían significativamente” el negocio de cada empresa, así como los cientos de estudios y servicios que dependen de las consolas de videojuegos.
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El impacto económico más amplio de la guerra comercial de Trump con China sigue siendo preocupante a pesar del retraso a corto plazo de los aranceles. Michell Meyer, director del Departamento de Economía de Estados Unidos de Bank of America, señala que la incertidumbre de la situación tiene un impacto económico significativo. “Hasta que no haya una resolución clara…. las empresas se mantendrán cautelosas en cuanto a la inversión.”
Tanto Microsoft como Sony se preparan para lanzar sus consolas de próxima generación en lo que se espera que sea a finales del 2020. La guerra comercial de Trump, los aranceles sobre las consolas de videojuegos y una posible recesión podrían tener efectos dramáticos en la industria de los videojuegos en general.
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