Con Xbox, Google y otros más tratando de pasar al streaming, el futuro de los videojuegos podría significar la muerte de las consolas tradicionales. Después de todo, se ha dicho muchas veces antes que los consumidores tienen razón al desconfiar de una afirmación tan amplia y audaz como “las consolas de videojuegos están muriendo”. No obstante, el streaming se está promocionando actualmente como una opción posible para los jugadores.
Uno de los gigante de la industria de la tecnología no se está quedando atrás al actuar en esa premisa con una plataforma propia, Google ha presentado su principal oferta de juegos conocido como Stadia, un servicio de stream disponible que se puede ejecutar a través de varios y diversos formatos de tecnología.
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Eso nos dice que si bien las consolas seguirán siendo una parte importante del panorama de los juegos por el momento, está claro que la mejor plataforma para cada empresa no está limitada por el hardware. En su lugar, lo más conveniente será una opción digital con un énfasis en el streaming que estará disponible en todas las plataformas existentes.
¿Entonces, cómo funciona esto? ¿Por qué una empresas tan grandes como Microsoft o Sony con tan grandes inversiones en hardware de juegos abandonarían el modelo actual e inspirarían a otros a hacer lo mismo? Bueno, no será un salto inmediato. Lanzar un servicio de transmisión de videojuegos a la vanguardia no es como encender un interruptor de luz, para prueba de ello la desaparecido consola OnLive. No, el cambio de Xbox a una plataforma en línea se llevará a cabo durante un período de tiempo, y la mejor manera de lograrlo es haciendo que el software actual sea ampliamente accesible.
Un excelente ejemplo en términos de cómo se puede hacer esto con las marcas de Xbox se deriva de traer un puñado de juegos a otro hardware rival. Esta parece ser una estrategia clara si consideramos los rumores de que de Ori and the Blind Forest llegarían a Nintendo Switch. Ahora, la reacción instintiva a esto puede ser señalar que el juego todavía está en base a hardware, y esa afirmación no es incorrecta.
Como se dijo anteriormente, es un proceso que involucra un montón de clientes potenciales. Es por eso que ir directamente a los jugadores es importante para un nuevo servicio enfocado en juegos. El objetivo es, en última instancia, obtener acceso a la mayor audiencia posible, es por eso que Project xCloud de Microsoft y el Stadia de Google también llegarán a dispositivos móviles.
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Los consumidores están buscando un futuro dentro de la industria donde los líderes de los pilares de las consolas de juegos actuales (Nintendo, Xbox y PlayStation) afirman la posibilidad de un futuro sin consolas. Por ejemplo, el actual presidente de Nintendo, Shuntaro Furukawa, declaró en una entrevista que “a largo plazo, quizás nuestro enfoque como empresa podría alejarse de las consolas domésticas, la flexibilidad es tan importante como el ingenio.” Luego está el jefe de Xbox, Phil Spencer, que está impulsando activamente a xCloud como un servicio de streaming viable para los jugadores.
Finalmente, Shawn Layden de PlayStation ofreció su propia visión del futuro de la industria durante una entrevista con Game Informer, y su visión del futuro del juego es bastante reveladora. “No quiero insistir demasiado en esto porque podría molestar a algunas de las personas con las que trabajo, pero creo que efectivamente, estamos ante un mundo post consolas en el que puedes tener experiencias de juego de calidad a través de una variedad de tecnologías”, declaró Layden.
Mientras estas compañías se preparan para ese cambio eventual, Google está saltando con ambos pies; Stadia se lanzará en el 2019, y eso es bastante ambicioso. Si bien el streaming puede ser el futuro, en este momento es una mejor estrategia esperar a que la tecnología se ponga al día con el concepto, que es probablemente el motivo por el que Xbox aún no abandonará el hardware para la próxima generación de juegos.
Microsoft sabe que todo el poder y la resolución que ostenta Google no significarán nada si la accesibilidad está limitada por las capacidades de Internet de la población general, e incluso los jugadores rechazarán el servicio de Stadia si el input lag hace que la experiencia sea inviable a nivel competitivo.
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Nuevamente, este es un proceso lento y no se puede enfatizar lo suficiente. Con el tiempo, la velocidad de Internet disponible para la población será suficiente para que los juegos se transmitan sin tener complicaciones. Considerando aquello, ¿por qué toda la industria desarraigaría su modelo existente par darle paso al streaming? Debido a que la accesibilidad y la asequibilidad son la mejor pareja que podría existir, y ambas podrían estar presentes de forma constante a través de una plataforma que no esté limitada por hardware.
Pasará algún tiempo antes de que los jugadores vean el final de las consola, y no me caben dudas de que seguirá existiendo una novedad asociada con las plataformas retro y la propiedad física de los juegos. Sin embargo, si acceder a una biblioteca de juegos en crecimiento es tan fácil como pagar una tarifa de suscripción modesta cada mes o simplemente abrir un navegador en un dispositivo móvil para acceder a la biblioteca, entonces la gente acudirá a ello. El valor es evidente cuando el próximo Halo, Assassin’s Creed o Mario Kart esté disponible para cualquier persona que tenga WiFi disponible.
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Tomará tiempo para que se realicen avances, pero el resultado final eventualmente significará que los juegos se vuelvan más asequibles, tanto desde el punto de vista de hardware como de publicación. Es probable que también signifique que se producirán una serie de cambios en un futuro no muy lejano a medida que las compañías de juegos realicen adquisiciones importantes para reforzar sus bibliotecas y firmar acuerdos de contenido exclusivo para que sus plataformas se destaquen entre la competencia, muy parecido a cómo Microsoft ha estado comprando estudios de juegos para su marca Xbox.
Abandonar las consolas tradicionales es algo difícil de comprender porque, hasta ahora, siempre han existido. También seguirán existiendo durante al menos otra generación, hasta que las tecnologías del streaming por Internet se pongan al día. En última instancia, el streaming a través de dispositivos y la ampliación de la base de consumidores es una ganancia para las compañías que persiguen estas iniciativas, pero también beneficiará a las billeteras de los consumidores.
