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Matt Groening ha sido un icono de la animación estadounidense gracias a los Simpsons. Si bien esta serie ya parece encontrarse en su ocaso, Groening no, y nos trae algo nuevo: Disenchantment.

Desde las primeras imágenes mostradas, Disenchantment evoca bastante al estilo de Futurama, pero la serie va un poco más allá. Ciertamente, la serie toma bastante del paso impuesto por Rick & Morty y Final Space: humor negro, su cuota de nihilismo y un desenlace incierto, que por cierto, no spoilearemos.

Así empezamos nuestra reseña.

La serie nos presenta tres personajes principales:

  • La princesa Teabeanie (alias Bean): la princesa del reino de Dreamland, hija rebelde del rey Zog. Esconde su sentimiento de abandono y la rectitud de su posición detrás de actos de vandalismo y alcoholismo. Una joya.
  • Elfo: Un elfo infeliz en un mundo de elfos felices. Su deseo de sentir algo más que eterna felicidad lo lleva a dejar su reino feliz.
  • Luci: Un pequeño demonio enviado para influenciar a la princesa Teabine en una trama aún por descubrirse. Interpretado por el conocido actor Eric André. Malvado, pequeño, pero a la vez bastante dicotómico por momentos.

Adicional a ellos se suma la corte del rey, el gordo, flojo y gruñon Rey Zog (en una clara evocación a Rober Baratheon de Game of Thrones), su nueva pareja la Reina Oona y su sucesor al trono el príncipe Derek.

Los personajes son presentados muy bien en los primeros capítulos. Poco a poco vamos conociendo sus intenciones ocultas y motivaciones, pero no llegan a más de una profundidad predecible. Casi como insertar un argumento de Game of Thrones con personajes de Futurama. El diseño de los mismos es el clásico de Groening, con facciones redondas y ojos grandes. Incluso Elfo parece una caricatura de Bart Simpson, manteniendo los colores de su clásico conjunto de polo y short.

En sí son los protagonistas quienes le brindan todo el color a la serie, así como gran parte de la trama.

El paso de la trama de Disenchantment, después de los dos primero capítulos, no parece tener una dirección clara. Durante varios capítulos nos encontramos con el trío protagónico enfrentándose a diversas situaciones creando situaciones muy cómicas. Así mismo pequeños gags que se repiten para dar exposición a los personajes secundarios. Sin embargo, esto es un desarrollo de personajes en cubierto, así como una puesta en escena para el “gran final”.

Pero ese es también el problema de la serie, durante ese desarrollo nos encontramos en un limbo, divertido sí, pero limbo al fin. Nos reímos, pero luego de la risa nos preguntamos, ¿Hacia donde va? ¿Cómo me engancho con esta serie? Lo cierto es que gran parte de la serie se siente como para verla mientras uno avanza otras tareas monótonas en vez de estar prendido de la pantalla. Pero todo esto ocurre hasta que las piezas van cayendo en sus lugares y la trama cobra fuerza de nuevo.

No, este no es el final.

 

Esto, para los que hemos visto Futurama, no nos parece nada nuevo viniendo de Groening. Pero en los estándares actuales de la animación adulta, esta pérdida de momento puede significar un “paso de verla”. Lo cual es una lástima, ya que la serie nos regala bromas desternillantes y un final que llama a una segunda temporada.

Por supuesto, no podemos cerrar sin hacer mención aparte a la animación de Disenchantment. Utilizando bastantes elementos de computadora, Groening y Netflix nos traen una animación de excelente calidad. Podemos ver escenarios con detalles increíbles y muy bien logrados. Las acciones, propias de la animación de Matt, están mejoradas con la tecnología de la actualidad.

Esta parte esta muy lograda y es un verdadero despelote verlo en una televisión de alta definición. Definitivamente muchos lo van a apreciar, y su mundo de diferencia con su vaca lechera, Los Simpsons.

Para concluir, ¿así que te quisiste ahorrar todo el floro y ver si valía la pena verla? Pues, te dejaré en duda para que leas todo: Depende de tus gustos. La serie tiene un humor bastante ácido y mucho más violento que otras entregas del famoso Matt. Intentando pisar un poco el acelerador para alcanzar el nuevo rey de la animación adulta, Rick & Morty, y lo hace de una manera un poco más light.

Es quizás esta definición pendiente la que le juega aún en contra a Disenchanted. Quedarse en el punto medio no le sienta del todo bien, pero tampoco llega a ser una serie decepcionante. Es en sus picos de humor y los quiebres de la serie cuando toma impulso y promete.

De todas maneras es una serie que vale la pena ver, si no es para pasar el rato, para esperar una segunda temporada, la cual promete una trama con más preguntas que resolver.

 

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Redacción Gamecored https://www.gamecored.com

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