Análisis

Homenajeando a la literatura sobrenatural de terror de H.P. Lovecraft, e inspirándose en el clásico juego de rol y lápiz de 1981 con el mismo nombre, Call Of Cthulhu es un título en primera persona de aventuras del desarrollador francés Cyanide. Decir que el juego tiene mucho por entregar sería una exageración, pero afortunadamente la experiencia captura la esencia de su material fuente con mucho respeto.

Sin embargo, aunque hay mucho que apreciar acerca de la rica y reflexiva interpretación de Cyanide de las obras literarias del autor estadounidense, es difícil recomendarlo ciegamente debido a algunos problemas técnicos menores y de diseño que se acumulan gradualmente en el transcurso de sus aproximadamente 13 horas de duración.

El año es 1924 y tendrás que cubrir el rol de Edward Pierce, un investigador privado contratado para resolver la misteriosa muerte de una famosa artista llamada Sarah Hawkins, quien murió trágicamente en un incendio en una propiedad familiar. Lo que, aparentemente, comienza como un sencillo caso de asesinato, se desenvuelve rápidamente en un misterio existencial mucho mayor, que amenaza con consecuencias de gran alcance que podrían significar, incluso, el quiebre con la realidad.

Teniendo lugar cerca de la costa de Massachusetts, en la cariñosa isla de Darkwater, tienes la tarea de desentrañar una enredada red de secretos y mentiras, en tu intento por descubrir la verdad de este enigmático asesinato. Los cultos nefastos, los seres de otro mundo, junto con tus propios demonios personales, hacen todo lo posible por interponerse en tu camino. ¿Qué le ha pasado a esta pequeña y aislada comunidad ballenera? ¿Por qué hay una ballena mutilada en sus orillas? ¿Por qué todos son tan raros?

Entonces, comencemos con lo que Call Of Cthulhu hace bien. Lo primero y más importante es que la retorcida narración retorcida está bien escrita y sazonada con un puñado de personajes intrigantes. Desde el torpe pero entrañable oficial Bradley hasta el amenazador y ominoso científico Dr. Fuller, esta lista rebosa de personajes auténticos y memorables. El excelente trabajo de voz y el diálogo sólido ayudan a dar vida a la gran cantidad de habitantes que conoces en tu aventura.

Aún más, la atmósfera sorprendentemente opresiva del juego se ejecuta de manera inteligente y se las arregla para ponerse debajo de tu piel con una extraña tensión que progresa lentamente. El audio ambiental del tipo sombrío provee de una capa adicional de terror palpable a la experiencia y ayuda a impregnar al mundo con una sensación de inquietud. En pocas palabras, estoy bastante seguro de que Lovecraft estaría orgulloso de la interpretación de Call Of Cthulhu. En ese sentido, tengo muy en claro que esta no es una hazaña sencilla de conseguir.

Desafortunadamente, es con respecto a la jugabilidad en donde Call of Cthulhu ocasionalmente tambalea. Simplemente no se siente particularmente atractiva y se apoya mucho en una experiencia de estilo “Walking Simulator”. Hay muy poco combate tradicional, por lo que el juego se respalda bastante en la resolución de acertijos muy poco inspirados.

El seguir pistas vagas que nos puedan conducir a un elemento importante es algo que se recicla hasta la saciedad. Muchos de los elementos de sigilo y acertijos llegaron a ser aburridos e incluso frustrantes, ya que estas mecánicas no podían escaparse de su naturaleza más primitiva de la prueba y error, tanto así que sentía que mi progreso en el juego se ralentizaba bastante por esto. Soy consciente de que la frustración puede ser parte del curso en juegos de esta clase, pero Call Of Cthulhu puso a prueba mi paciencia demasiadas veces.

Afortunadamente, este problema se resuelve con un número modesto de secuencias más inteligentes salpicadas hacia el final del juego. A pesar de algunos acertijos, la exploración de los momentos y el juego investigativo son bastante convincentes. Descubrir secretos e identificar ciertas pistas depende del nivel de tus habilidades. La elocuencia, la fuerza, la psicología, la investigación, el ocultismo y la medicina pueden mejorarse con puntos que se obtienen al completar objetivos a lo largo de tu viaje.

Estas habilidades pueden afectar la forma en que superas ciertos enigmas o influyes en tus opciones de diálogo entre los extraños residentes de Darkwater Island. En esencia, estas habilidades individuales ayudan a adaptar la experiencia de horror a la construcción de tu personaje.

Francamente, creo que llamar a Call Of Cthulhu un juego de rol es un poco inapropiado, pero aún así aloja algunos elementos RPG que son muy bienvenidos por agregar capas de flexibilidad a la historia. Además, también hay múltiples finales desbloqueables, que ayudan a aumentar la capacidad de re-jugabilidad para aquellos sedientos de mucha más información.

En lo que respecta a la presentación, Call Of Cthulhu luce un estilo de arte arenoso que captura el ambiente y el tono de su material de origen. A pesar de ello, los modelos de personajes son bastante rígidos, los tiempos de carga pueden ser largos, la sincronización de los labios es inestable y algunas de las animaciones faciales se sienten como si fueran recicladas de entre los habitantes de la isla.

Aún así debo hacer hincapié en la iluminación tenebrosa que nos presenta juego y la fidelidad construida del mundo, puede llegar a ser, por momentos, bastante impresionante.

Para concluir, quiero dejar en claro que Call Of Cthulhu no es una experiencia para todos. Lo que hace bien, lo hace realmente bien; su atmósfera misteriosa y su narrativa fascinante son el principal modus operandi del juego. Sin embargo, algunos problemas relacionados con el pulido, como los largos tiempos de carga, las animaciones faciales y los diseños de rompecabezas poco inspirados, dañan la experiencia Lovecraftiana, algo que realmente retiene al juego de su verdadera grandeza.

Esta reseña fue escrita luego de jugar una copia digital de Call of Cthulhu para PlayStation 4 brindada por Focus Home Interactive.