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Cuando piensas en las personas que encabezan los géneros de ciencia ficción y la acción en el cine, un nombre siempre aparece en la lista: James Cameron. Cameron es la persona que nos ha traído películas tales como The Terminator, Aliens, y — desde luego – Avatar; la campeona de taquilla y un enorme éxito mundial.

Cameron se ha especializado en traernos emocionantes historias ubicadas en mundos enteramente nuevos y singulares. Él ha empujado los límites de la tecnología en el cine, todo con la finalidad de hacer que aumente el latido de nuestro corazón y la creación de emotivos personajes que han pasado a convertirse en los favoritos de los fanáticos. Cameron ha conjurado realidades de ensueño y escenarios de pesadilla. En cada ocasión ha desafiado y excedido las expectativas.

Cuando conoció de la existencia de la clásica serie de Manga de Yukito Kishiro, Battle Angel, Cameron de inmediato supo que era algo que podría usar para darle vida a una nueva experiencia cinematográfica. Es la historia de una joven ciborg que ha sido descubierta y re-construida por el científico que se convertirá en su figura paterna. El relato se ubica en un singular y futurista mundo dividido entre ricos y desposeídos. La historia además le brindó a Cameron la oportunidad de explorar uno de sus temas favoritos: un complejo y narrable personaje femenino cuya travesía emotiva nos lleva a través de un mundo aparentemente extraño.

Cameron pasó años desarrollando la tecnología para poder darle vida a los complicados efectos visuales de la película, aplicando de nuevo las más innovadoras tecnologías y trabajando con los mejores del negocio para resolver problemas relativos al 3D y la captura de interpretaciones tal y como lo hizo con Avatar.

Pero irónicamente, fue Avatar lo que eventualmente lo alejó de Battle Angel al darse cuenta que desarrollar una ambiciosa serie de entregas para el mundo y la gente de Pandora consumiría todo el tiempo que tenía disponible. Así que Cameron y su socio en la producción, Jon Landau, fueron en busca de alguien para que asumiera las responsabilidades de Battle Angel.

Esa persona era Robert Rodriguez, un escritor/director quien había probado ser una persona capaz de tratar con cualquier número de géneros en su propio estilo inimitable. En 1992, Rodriguez filmó su primera película; El Mariachi, con un presupuesto de $7,000 cuando aún era estudiante en la Universidad de Texas en Austin.

Él dirigió, editó, e hizo la pista sonora de la película la cual lo lanzó a una carrera que ha quedado marcada por su propio y audaz estilo de cinematografía; a menudo trabajando con poco presupuesto lo que le obligaba a ser creativo. Rodriguez ha construido su propio estudio — Troublemaker Studios — en Austin y ha producido películas que incluyen; Desperado, Once Upon A Time In Mexico, la serie The Spy Kids, las películas de Machete, Sin City y su segunda parte, y From Dusk Till Dawn.

Convocado por Cameron y el productor Jon Landau, Rodriguez aceptó reunirse con ellos y tuvo oportunidad de ver las animaciones y el trabajo artístico que habían producido para demostrarle las posibilidades de la historia. En el clásico estilo de Cameron, no fueron simplemente unas cuantas láminas de Power Point, sino una historia completamente desarrollada con presentaciones dibujadas por sus distintos departamentos de arte.

Animado por la historia misma y las posibilidades de la película que podría realizar, Rodriguez preguntó si era posible que él se hiciera cargo por completo y empezar por reducir el voluminoso tamaño del guion. “Quería rebajarlo al tamaño de una película, así que hice varios recortes y re-escribí algunas cosas pero manteniéndome fiel a su estilo. El autor tenía una gran historia conducida por el personaje y lo mejor hace Jim es el espectáculo; cosas de gran acción, cosas que jamás has visto antes… construcciones de mundos realmente enormes pero con personajes y relatos que realmente te afectan. Había una gran historia de amor, una historia de hija y padre, y yo soy padre. Traté de asegurarme que todo eso se mantuviera en la versión más corta”.

A Cameron le encantó la visión de Rodriguez acerca del guion, y la escena estaba puesta para una poderosa colaboración entre estos dos muy respetados cineastas. Sería un esfuerzo unido entre el equipo Lightstorm de Cameron con base en Los Ángeles — con muchos de los diseñadores y miembros del equipo de efectos especiales tomando un descanso del mundo de Avatar para trabajar en Battle Angel — y la propia y dedicada unidad de filmación de Rodriguez en Texas, el lugar en donde sería filmada la película.

Cameron y Landau — ya muy ocupados con la serie de películas para Avatar — serían los consultores de la película en su papel de productores.  “Tanto Jim y yo vemos el papel de productor como una especie de apoyo y guía para el director” explica Landau. “Pero no para estar ahí y dictarle órdenes sino ser a la vez el ángel y el demonio en la oreja; ese es el papel que yo juego con Jim en las películas que hacemos y ese también es nuestro papel con Robert.  Estamos ahí todos los días batiendo la olla, pero le dejamos las decisiones finales a Robert.”

Para crear el mundo de Iron City, Rodriguez convirtió la mayor parte de su lote en los Estudios Troublemaker en un extenso set; tomando influencias de Panama City y de todas partes del mundo.  “Diseñamos un set que pudiera funcionar como una ciudad entera… pero al conectar algunas calles y ser ingenioso con la manera en que filmabas usando distintos ángulos, uno podía hacer que se viera mucho más grande.  Cuando hice El Mariachi, solo tenía dos calles… ¡y todo el mundo corría en círculos! Tenía mucho más con que trabajar aquí, aunque jamás pensé que vería algo con ese nivel de detalle y escala aquí en Texas.  Es el set más grande que jamás he tenido, de eso estoy seguro”.

Mientras los primeros dos niveles de Iron City se van construyendo de manera real, Weta Digital irá añadiendo más capas y creando Zalem: una ciudad anclada a la tierra por un gigantesco elevador en el espacio que eleva suministros y baja desperdicios.

Landau estima que la mayor parte de las tomas en la película tienen alguna forma de efectos especiales, pues la misma Alita — y otros tantos más de los habitantes de la ciudad — son de alguna manera cibernéticos.  Esto significa mucha captura de interpretaciones y el re-emplazo de extremidades en la versión final. Pero Rodriguez, –quien al igual que Cameron siempre ha disfrutado en implementar nuevas tecnologías en sus películas — realmente disfrutó del proceso.

“Aún para el 3D hicimos 40 preparaciones al día. Nos movimos realmente rápido y se convirtió en algo que hacíamos casi sin pensar. Había mucha gente en el equipo de filmación de esta película pues todos tenían un trabajo específico y ayudaban a que todo fluyera, así que nunca nos paramos por algún problema técnico que se pudiera haber presentado. De hecho, fue una manera de trabajar muy liberadora”.

Pero mientras los efectos especiales proveían el espectáculo para Rodriguez, Cameron y los demás… el corazón emotivo de la película es lo que realmente cuenta y una gran parte de éste viene del personaje principal.  Después de una búsqueda exhaustiva, Rodriguez incluyó en el reparto a Rosa Salazar; una veterana de películas tales como la serie Maze Runner para interpretar el papel principal. “Vi su audición… creo que es la primera vez que me brotan las lágrimas en una audición” dice Rodriguez. “Le dije a Jim “Esta realmente me impactó.” A él también le afectó de inmediato pues vio la audición una y otra vez.  Hicimos una prueba a pantalla y ella verdaderamente la dominó.

Para Salazar, la oportunidad de trabajar con Rodriguez fue muy convincente y cumplió totalmente con sus expectativas.  Ella nos dice “Hacer la película con Robert fue como hacer una película independiente de persecuciones y balaceras en donde todos en el equipo de filmación dijeron ‘Estamos haciendo ésta película con nuestras manos’ aunque fue una enorme cinta épica de ciencia-ficción con muchas partes en movimiento. La manera de Robert de hacer las cosas es de mucha calma. Él sabe exactamente lo que está filmando y es siempre muy creativo”.

Y aún con todo lo que estaba pasando, Salazar dice que el director siempre tuvo tiempo para el elenco.  “Él escucha… y otra cosa que me parece que las jóvenes que nos ven podrán apreciar es que yo tuve una voz en el set. Para una mujer latina en el negocio del cine, fue algo – bueno — digamos impactante pues uno en realidad no se quiere hacer la difícil pero nunca sentí que pedía demasiado o que estaba estorbando. Luego, debido a que tienes una voz, empiezas a sentir que también conllevas una responsabilidad para usarla. Uno piensa algo así como, ‘Mis palabras tienen peso…  ahora dejen que sea responsable’. Él me enseñó mucho.”

Salazar dice que ella también se identificó con su personaje. “Alita es una muchacha normal que sucede está hecha de partes cibernéticas y tiene una loca y traumática historia.  Para mí — en todo menos en lo de las partes cibernéticas — es algo con lo que me puedo identificar.  Alita es muy parecida a mí.  Ella tiene toda una gama de emociones. Es insegura. Es audaz. Es valiente. Es fuerte. Es curiosa y desafiante. Es poderosa y es débil.  Tiene un alma verdadera y creo que muchas veces la pone al descubierto”.

Darle vida a un personaje a través de la captura de actuación quizás se sienta como un gran reto, pero era uno para el cual Salazar estaba preparada habiendo investigado el trabajo de maestros en el oficio tales como el director de la película War For The Planet Of The Apes, Andy Serkis.

“La captura de actuación es tan interesante.  Puedes estar en una escena con alguien y todo lo demás se desvanece. Uno escucha a los actores decir eso y piensas, ‘bien, tienes un brazo mecánico sobre la cabeza y eso pesa como dos y medio kilos… ¿cómo es que eso se va desvaneciendo?’ Pero así es en efecto cuando estás haciendo las escenas y realmente enfocada y metida en ellas”.

Otra parte clave de la historia de Battle Angel es Hugo, interpretado por Keean Johnson. Hugo es un hombre joven con grandes sueños… él hurga, roba y hace todo tipo de negocios para poder ganar lo suficiente para comprar un pasaje a Zalem. Pero cuando conoce y se enamora de Alita, su vida cambia de muchas maneras distintas.

Johnson supo que había conseguido el papel cuando — después de una serie de audiciones — Rodriguez le mandó una imagen de Alita besando a Hugo. Conseguir algo tan grande siendo su primer trabajo en el cine fue muy emocionante pues Johnson sabía lo que quería aportar al personaje.

“Creo que lo que era muy importante para Hugo — y lo que vi desde el principio cuando leí el guion — es que obviamente él se representa como un chico duro, callejero… un joven tipo ‘no necesito de nadie´” dice Johnson. “Pero creo que si buscamos más a profundidad, el asunto era entender que este chico tiene una vulnerabilidad absoluta.  Lo que quería aportar al personaje era justamente ese lado de su vulnerabilidad que tanto trata de ocultar”.

Johnson explica que encontrar la química con Salazar no fue difícil, en especial pues habían hecho una amistad durante el largo proceso de audiciones y pruebas a pantalla. “Creo que el segundo en que la conocí, ella salió con los brazos abiertos y de inmediato nos hicimos amigos… desde la primera toma que hicimos juntos. Y luego cuando conseguí el papel, pensamos que era realmente importante pasar algún tiempo juntos también fuera del set tan solo para llegar a conocernos. Además de ser ambos actores, éramos enormes fanáticos y críticos de cine. Así que tan solo hablábamos de la película y de nuestras esperanzas para ésta y el futuro… nos identificamos en muchas cosas”.

Al igual que su co-estrella, Johnson está contento de haber pasado algún tiempo con Robert Rodriguez. “Robert siempre estuvo dispuesto a contestar cualquiera de mis preguntas acerca de la manera en que iba a filmar algo o la manera en que iniciaba el proceso creativo para hacer sus películas”, recuerda.

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Redacción Gamecored https://www.gamecored.com

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