Análisis

ARK: Survival Evolved es un juego que te exige brindarle bastante de tu tiempo y atención. Es un título de supervivencia de tipo sandbox similar a otros juegos del género como Minecraft, excepto que en esta ocasión tenemos dinosaurios, robots y otras tecnologías y armas que podremos conseguir. Para esta aventura contaremos con servidores en línea y fuera de línea, por los que los usuarios podrán optar por involucrarse en un ambiente hostil del tipo PVP, o simplemente experimentar de un juego campaña en solitario.

Las primeras horas de ARK: Survival Evolved son probablemente las más brutales. Después de elegir el lugar donde aparecerás, inmediatamente te verás desolado en una playa con apenas ropa suficiente y nada más que tus puños para ir recolectando suministros.

Antes de que pase demasiado tiempo, habrás construido tu primera hacha, e incluso una pequeña choza que te mantendrá a salvo de los elementos y peligros de la zona. Una vez terminado con lo básico, ante nosotros tendremos a los dinosaurios. ARK: Survival Evolved se niega a explicar una sola cosa a los nuevos jugadores, lo que es bastante adecuado para su slogan “supervivencia de los más aptos”, y por lo que es muy probable morir repetidamente al no saber cuáles son los dinosaurios ideales para empezar a domar.

Las primeras cinco a diez horas de ARK: Survival Evolved son excruciantes para los nuevos jugadores, ya que el juego te lanza en el extremo profundo casi de inmediato sin ningún objetivo claramente definido sobre el cual trabajar. Tu única prioridad será sobrevivir, e incluso eso llega a ser todo un desafío porque ni siquiera tendrás la más mínima idea de como empezar tu camino por conservar tu vida. Pero si logras sobrellevar el duro comienzo, ARK: Survival Evolved te recompensará finalmente con más cosas que hacer y actividades por seguir.

Durante mi tiempo en la campaña fuera de línea, me hundí en las cuevas buscando artefactos que ofrecieran parte del sorprendentemente y profundo lore del juego. Mi situación de vivienda mejoró considerablemente, ya que me mudé de una pequeña cabaña de paja a una casa de piedra modesta que ofrecía más protección. Incluso mi armamento también recibió varias mejoras, aunque la extracción de materiales y municiones resultó ser una tarea bastante ardua por el tiempo. Y ese vendría a ser el verdadero problema con ARK. Cada actividad en el juego consume demasiado tiempo y de alguna manera exige bastante compromiso.

La construcción de una casa decente y la recolección de materiales es un proceso que puede tomarnos horas, del mismo modo, la domesticación de las bestias se convierte en un trabajo bastante arduo y repetitivo. Aun cuando me concentré en la campaña offline, y me enfoqué en las duras peleas en contra de los jefes, este resultó ser un proceso bastante denso. Lo peor de todo es que las recompensas se sienten mínimas, mientras que las consecuencias más que graves. Morir ante un jefe significa perder potencialmente horas de progreso. Siguiendo esa línea, la campaña en solitario se pone por momentos algo aburrida considerando que la jugabilidad se respalda en la repetición de actividades, es ahí en donde encuentras en el PvP una opción más dinámica.

Los servidores de PVP se sintieron mucho más agresivos simplemente porque el peligro no provenía necesariamente de los dinosaurios; sino que la aparición jugadores peligrosos contribuía a crear un ambiente más emocionante. Construir un refugio después de horas de trabajo arduo duro y luego cerrar la sesión del juego era siempre un riesgo. Simplemente nunca se sabe cuando otros jugadores pueden tropezar con tu humilde morada y saquear todo el lugar, despojándote de todo tu esfuerzo.

Ahora, las cosas mejoran mucho si eres capaz de formar una comunidad con otros jugadores, donde siempre tendrás gente mirando tu espalda y asegurándose de que tus cosas no sean robadas. ARK: Survival Evolved puede fallar un poco en el lado PVE de las cosas, pero el juego realmente se pone interesante cuando estás trabajando con otros usuarios, y tratando de competir con comunidades rivales para facilitarte sus cosas. En ese sentido, se trata de superar a otros jugadores y ver quién puede escapar con la mayoría de los materiales para construir una mejor base.

Para los jugadores que podrían no estar tan inclinados hacia la acción PVP, los servidores PVE son mucho más amigables donde los usuarios están mucho más dispuestos a trabajar en equipo para alcanzar ciertos objetivos comunes. La rutina y el trabajo es ciertamente disminuido aquí, y esto fue donde yo personalmente comencé a disfrutar realmente el juego. Es decir, si realmente quieres sacar el máximo provecho de los servidores poblados de ARK, tendrás que encontrar un grupo o comunidad con la que puedas jugar, o estar dispuesto a invertir una enorme cantidad de tiempo para marcar tu ritmo juego.

A pesar de contar cerca de dos años con el acceso temprano y desarrollo, ARK: Survival Evolved todavía sufre de problemas técnicos como ciertas caídas de frames en la PS4 Asimismo, el hecho de que los sistemas de creación del juego se sienten tan superficial ciertamente tampoco ayudan mucho.

Cuando finalmente superas la curva de aprendizaje inicial y encuentras compañeros con ideas afines con los que agruparte, ARK: Survival Evolved se convierte en un juego del tipo sandbox realmente agradable en donde todo vale. Pero ni siquiera los impresionantes dinosaurios y la tecnología pueden encubrir hasta qué punto el juego llega a ser repetitivo y cómo se ve obligado a hundirse en horas y horas antes de que finalmente pueda empezar lo interesante.